Una moto acuática , una barca, una cámara frigorífica, una cama y una decena de neumáticos. Es parte del material abandonado a escasos diez metros de un cartel de ‘prohibido tirar basura’. Es el panorama que presentaba ayer una de las calles que forman la trama del polígono industrial de Montecristo.

«Que sea un polígono industrial no significa que esté todo permitido. Esto parece un cementerio de coches abandonados, un enorme desguace sin ley ni orden», denuncia Pep, trabajador de una de las calles donde se acumulan los vehículos abandonados.

Recorriendo el polígono uno se puede topar con más de 20 vehículos desguazados en plena calle. La mayoría han sido reventados para llevarse piezas o componentes del motor. También son mayoría los que están suspendidos sobre bloques de obra porque les han robado las ruedas.

Entre la veintena larga de coches desmantelados, sólo uno, un BMW, presenta en su luna una pegatina que avisa que el coche presenta un «estacionamiento continuado», primer paso para su retirada.

Los vehículos y enseres abandonados están presentes en la mayoría de las calles pero llama la atención la hilera de coches destrozados estacionados en la transitada calle dels Manyans, una de las arterias principales del polígono.

Los usuarios del polígono denuncian que «la situación, lejos de corregirse, va cada vez a peor. Aquí nadie toma medidas y lo hemos denunciado en reiteradas ocasiones al Ayuntamiento de Sant Antoni», apuntan.

«Esto es una especie de selva donde todo vale, pero es el momento de decir basta. Desgraciadamente, se ha impuesto la idea de que cualquiera puede venir aquí y dejar su viejo coche abandonado, la nevera que no funciona o los sofás que no me valen. Algunas calles parecen auténticos basureros», lamentó otro vecino de la zona.

La sensación de abandono se hace más patente en las calles exteriores, donde hay zonas cerradas y con el acceso cortado con bloques de hormigón, barreras que no impiden que la gente abandone en esos puntos toda clase de enseres o basura. En uno de estos puntos se encuentran una moto acuática y restos de una embarcación.

LA NOTA

El proceso para retirar un vehículo puede llevar más de dos meses

El proceso para retirar un vehículo abandonado en la vía pública se puede demorar más de dos meses. El proceso se inicia con la apertura de un expediente por parte de la Policía Local. Los agentes deben verificar que el vehículo lleva un tiempo determinado estacionado en un mismo punto. El plazo viene determinado por las ordenanzas municipales. La norma indica que el plazo son quince días. Pasado este tiempo el propietario del vehículo es advertido para que proceda a su retirada. Los plazos siguen corriendo y pueden pasar dos meses o más hasta la ejecución de la retirada del vehículo. Los empresarios y trabajadores del polígono de Montecristo denuncian que «el problema es que es muy poco frecuente la presencia de policías locales en el polígono. Es una zona de Sant Antoni abandonada en todos los sentidos», lamentan los empresarios de Montecristo.