El servicio de mediación intercultural del Área de Salud de Ibiza y Formentera llevó a cabo en 2016 un total de 883 intervenciones, de las que 673 correspondieron a traducción, 80 a mediación y 130 a información. La cifra global, según el Área de Salud, ha descendido un 6,2 por ciento respecto a 2015, año en el que se realizaron 942 intervenciones.

Por el contrario, se ha triplicado la mediación y la información a pacientes, pasando de 64 intervenciones (21 de mediación y 43 de información) en 2015 a las 210 de 2016 (80 de mediación y 130 de información), un 228 por ciento más.

En 2016 el Servicio de mediación intercultural cambió su ubicación y pasó del Centro de Salud de San Antonio al Hospital Can Misses, un cambio que ha supuesto un aumento del trabajo en el ámbito de las consultas médicas externas. En atención primaria se han potenciado las sesiones clínicas sobre diferentes culturas entre los profesionales sanitarios.

Los objetivos generales del servicio de mediación intercultural son contribuir a la integración de la población inmigrante en la vida comunitaria y, más concretamente, en el Sistema Sanitario de Baleares, además de facilitar la comunicación entre los profesionales sanitarios y la población inmigrante para mejorar el diagnóstico, el tratamiento, la adhesión terapéutica y la prevención de los problemas de salud en la población inmigrante, mejorar la accesibilidad de la población extranjera preferentemente no comunitaria a los servicios públicos de salud y contribuir a la mejora de la coordinación en la relación asistencial a la población extranjera entre Atención Primaria y Atención Especializada.

Entre los objetivos más específicos, según el Área de Salud, destacan proporcionar información a la población inmigrante sobre los circuitos, la organización y el funcionamiento del sistema de salud y favorecer y potenciar la participación y presencia de las personas de origen extranjero en las actividades, grupos educativos o talleres que se desarrollan en relación a la salud.

Las intervenciones del servicio se llevan a cabo fundamentalmente con mujeres de más de 25 años, casadas, con hijos o embarazadas, en gran medida analfabetas o con un nivel académico muy bajo. Este perfil de usuario y su dificultad lingüística complica la comprensión de los circuitos administrativos de acceso a los servicios, de las pautas de tratamiento, sobre todo en enfermos crónicos, y de los itinerarios de derivación. La presencia del mediador está muy bien valorada ya que permite superar estas dificultades y contribuir a rebajar la tensión y el desconcierto tanto en pacientes como en profesionales.

Las demandas más frecuentes se producen en los servicios de salud mental, ginecología, endocrinología, medicina familiar, pediatría, atención a embarazadas. También son frecuentes las citas con el mediador de manera urgente sin programación previa.

El servicio de mediación intercultural también ha desarrollado en 2016 el programa de atención comunitaria "Alfabetización en salud" que ha realizado 22 charlas con distintos especialistas, para un total de 323 usuarios, en temas como salud de la mujer, salud bucodental, embarazo parto y post-parto, alimentación saludable y salud del niño.

Para la mediadora intercultural Samya Mestassi, "el camino de la mediación para el 2017 es incrementar la atención comunitaria grupal y ampliarla a más lugares y nuevas temáticas".