Imagen actual de los acantilados de sa Penya, erosionados por el paso del tiempo y los fuertes temporales de este invierno. Foto: DANIEL ESPINOSA | DANIEL ESPINOSA

Tras ser declaradas de emergencia por el Ministerio de Medio Ambiente, las obras de consolidación y mejora del acantilado de sa Penya comenzarán el próximo 27 de marzo con un presupuesto de 2,3 millones de euros, según informaron desde el Ayuntamiento de Eivissa.

El alcalde de Vila, Rafa Ruiz, presidió ayer una reunión entre los servicios técnicos municipales y los de la Demarcació de Costes para coordinar los trabajos, que serán llevados a cabo por Albaida Infraestructuras, «empresa de prestigio nacional en materia de obras en zonas costeras con valor patrimonial».
La actuación tiene como objetivo no solo reparar la erosión que se produce desde hace años y que ha empeorado notablemente con los últimos temporales sino también tomar medidas de prevención de cara al futuro. Según señala el comunicado enviado por el Consistorio, el Ayuntamiento «había reclamado esta actuación en diferentes ocasiones pero los últimos informes enviados a Costes destacaban la necesidad de una actuación urgente por la posible afección de la Casa Broner y el propio pie de la muralla renacentista».

Las obras tienen un plazo de ejecución estimado de cuatro meses, dependiendo de las condiciones meteorológicas y consistirán en la reparación del acantilado bajo el Mirador de Dalt Vila, el siguiente tramo en dirección a sa Penya, el acantilado bajo la Casa Broner y el que se encuentra bajo el resto de viviendas de la zona.
En la reunión de coordinación de ayer, se habló también de las medidas que se tendrán que tomar para intentar reducir las molestias que se puedan generar durante la temporada turística.
Rafa Ruiz agradeció también públicamente el trabajo del hasta ahora delegado de Costes, Gabriel Pastor, por «tener en cuenta la importancia patrimonial de este espacio y la urgencia de la actuación».