Los diferentes colectivos afectados por la implantación a final de año de una sola dirección en las principales avenidas de Vila opinan que los principales inconvenientes del cambio circulatorio son los eventuales atascos que se producirán en las rotondas de acceso a la ciudad y el posible colapso del barrio de es Pratet.

Los vecinos y comerciantes de la avenida Santa Eulària, que solo tendrá carriles de salida de la ciudad, consideran que los cambios producirán «un caos circulatorio» a causa de los embotellamientos que se registrarán en la avenida Ignasi Wallis, que será solo de entrada, así como en la rotonda de Joan XXIII y en la E-10 en ambos sentidos. Joaquim Ripoll, portavoz de este colectivo, sostiene además que la rotonda de los podencos se verá «colapsada» por los vehículos que saldrán de la avenida Santa Eulària, los que vengan del primer cinturón de ronda, los camiones que se dirijan al puerto, los que van a los puertos deportivos y los vecinos y turistas que, especialmente en verano, ya colapsan el tráfico en este punto.

Además, creen que si se elimina la entrada por la avenida Santa Eulària hacia el aparcamiento de pago de es Pratet, que actualmente posibilita poder estacionar sin entrar en la ciudad, se producirán «atascos en las calles más céntricas y una mayor contaminación ambiental y acústica».

‘Turbo rotondas’

El portavoz de este colectivo se manifestó a favor de mantener el doble sentido de las avenidas Ignasi Wallis y Santa Eulària y propuso como alternativa la creación de las denominadas «turbo rotondas» implantadas ya en otras partes de Europa y España que agilizan la circulación al separar con lineas continuas los diferentes carriles según la dirección que se desea tomar.

Los comerciantes de la zona lamentan además que «se desaproveche la maravillosa entrada a la ciudad con las vistas a Dalt Vila» y aseguran que el cambio circulatorio «podría comportar grandes pérdidas económicas en los negocios de la zona por la influencia negativa de los atascos».

Los taxistas de Vila, por su parte, dudan también que la rotonda de Juan XXIII «pueda asimilar todo el tráfico que quieren que asimile cuando ya en verano está congestionada”, explicó Alejandro Cardell, presidente de la Asociación de Taxistas Autónomos de la ciudad de Ibiza.

Con la nueva propuesta de movilidad no ven soluciones a la congestión del tráfico de la ciudad sino más bien continuidad. “Es un cambio que no aportará mucho, pero si lo dice y hace el Ayuntamiento tendremos que asumirlo”, apuntó.

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Para mejorar su fluidez de trabajo y dar un mejor servicio, los taxistas de Vila han pedido al Ayuntamiento carriles de servicio público. “Aprovechando que habrá esta coyuntura de cambio estructural del tráfico hemos formulado esta petición y nos hemos encontrado con una respuesta un poco aséptica, como si pidiéramos cosas raras cuando lo único que queremos es mejorar el servicio para residentes y turistas. Parece que la única solución es incrementar el número de licencias cuando una solución también es facilitar el tráfico”, apuntó Cardell.

Dudas en caso de urgencias

Desde la oposición municipal, la portavoz del PP, Virginia Marí, auguró «un colapso absoluto» de la ciudad, especialmente en es Pratet, un barrio que, según dijo, quedará «encerrado con los cambios». En este sentido, alertó de los problemas que puede ocasionar esta situación en caso de emergencias. «No sé por dónde pasará una ambulancia por las calles Carles III o Pere Francés si están colapsadas», argumentó.

Marí, que avanzó que los populares presentarán alegaciones a la reordenación circulatoria, afirmó que los cambios «no tienen ningún tipo de viabilidad» y que, tanto el primer cinturón como las rotondas de acceso a la ciudad, «se colapsarán todavía más de lo que están». Además, considera contradictorio que el equipo de gobierno elimine aparcamientos del centro «porque no quieren que entren coches a Vila» y, sin embargo, vayan a habilitar más plazas en la avenida de Santa Eulària.

La respuesta del equipo de gobierno llegó en boca de Alfonso Molina, primer teniente de alcalde, que aseguró que los cambios de tráfico son «fruto de un largo tiempo de estudios» y harán que la circulación en Vila sea «más ágil y segura».

LA NOTA

Desconfianza entre los taxistas por el cambio de ubicación de la parada de Bartomeu Rosselló

Los taxistas de Vila expresaron su «desconfianza» por el futuro cambio de ubicación de la parada de Bartomeu Rosselló a la avenida Santa Eulària prevista para finales de año. “No nos gusta demasiado la ubicación que han buscado para la parada de taxis porque no incrementa el espacio de la parada en sí en comparación con la de ahora, seguimos pidiendo más espacio de parada», señaló Alejandro Cardell, presidente de la Asociación de Taxistas Autónomos de la ciudad de Ibiza..

Los taxistas de Vila también han pedido que haya una parada en la nueva zona peatonal de Vara de Rey, una petición que ha recibido el «silencio del Ayuntamiento».