Imagen de los badenes que ha instalado el Govern para reducir la velocidad. | DANIEL ESPINOSA

El Govern quiere coordinarse con el Consell d’Eivissa para mejorar y aumentar la seguridad peatonal en el vial de servicio de Sant Jordi, donde el pasado 9 de febrero falleció atropellada una joven de 32 años. Jaume Mateu, director general de Mobilitat i Transports, explicó que la actuación conjunta entre el Ejecutivo autonómico y la máxima institución insular se debe centrar en mejorar la seguridad peatonal de la zona. «La semana pasada se instalaron unos badenes reductores de velocidad y unas señales de limitación de velocidad. Fue una actuación asumible y fácil y era urgente para reducir el peligro. Ahora estamos pendientes de una segunda fase, pero ésta ya depende de la coordinación con el Consell d’Eivissa, que también tiene competencias en esta carretera». En este sentido, explicó que el tramo más cercano a Sant Jordi es competencia del Consell d’Eivissa.

La actuación conjunta entre ambas instituciones es más «a largo plazo» y se centrará «en la mejora del tema de arcenes, bordillos y aceras para hacer la zona peatonal más segura. Los técnicos también detectaron que también se tiene que resolver», precisó Mateu.

El pasado 9 de febrero una joven de 32 años perdió la vida atropellada en este vial de servicio que une Sant Jordi con el aeropuerto. Tras el trágico suceso, el Ejecutivo autonómico acometió actuaciones urgentes que acabaron la semana pasada con la instalación de badenes y señales de limitación de velocidad. Esta zona tiene poco más de 200 metros, pero es un punto negro en el mapa de carreteras de Ibiza. En este sentido, vecinos y trabajadores de la zona llevan años alertando del peligro de este vial de servicio, pues los vehículos pasan a una gran velocidad «como si fuera la autovía» y casi no hay espacio seguro para el tránsito de peatones.