Los vecinos y residentes de la urbanización Can Lluís de sa Rota, en Jesús, han iniciado una recogida de firmas para tratar de frenar la construcción o modificar el diseño de una rotonda prevista en el cruce de las escuelas, incluida en el proyecto de la travesía de Jesús.

Los afectados sostienen su «total y firme rechazo» al actual diseño «por las graves consecuencias que su ejecución en la forma prevista representaría para el acceso a quienes residen en dicha urbanización». El coordinador de este colectivo vecinal, Jaime Roig, considera que en lugar de «facilitar la movilidad de los usuarios», la glorieta proyectada «obligará a las familias de la urbanización que recogen a sus niños en las escuelas y a quienes bajen desde Santa Eulària o Cala Llonga a bajar hasta Jesús y dar la vuelta donde puedan para subir de nuevo».

Tal es la preocupación de los vecinos de Can Lluís –donde hay repartidas entre 80 y 100 viviendas– que han encargado un proyecto a un estudio de ingenieros «para demostrar la peligrosidad de la zona» y presentar una «eventual propuesta de modificación».

Roig explica que la asociación está «molesta por la pasividad y falta de noticias del Consell», que según el abogado ibicenco «se comprometió hace más de un año» a buscar una solución al problema. «El año pasado nos reunimos con el presidente Vicent Torres, la consellera Pepa Marí y el ingeniero del Consell Toni Marí y nos dijeron que comprendían el problema y que en cinco meses nos dirían algo. No solo no han dicho nada sino que siguen adelante y frente a esto todos los vecinos bajo ningún aspecto aceptarán que se consume una obra que es altamente perjudicial para los vecinos», argumenta el coordinador de la asociación, quien pide a la máxima institución insular que «les deje tranquilos» porque «visto el éxito de cuanto se ha hecho por Jesús, más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer».

Entre los vecinos, prosigue Roig, existe «consenso en no aceptar el actual diseño» y en presentar por escrito su oposición a la administración. «No vamos a quedarnos ni callados ni parados. Ya se lo expusimos al presidente del Consell; es un peligro y un problema, y si ellos lo reconocen, tenemos que hacer algo y buscar una solución», concluye el coordinador de la asociación de vecinos y residentes de Can Lluís de sa Rota.