La muestra está compuesta por 49 fotografías y 10 imágenes impresas en un tamaño mayor. Todas ellas fueron tomadas en Ibiza en 1954 cuando Everitt era un turista de 21 años, nacido en la ciudad de Norwich, y que visitó la isla junto a su hermana y su familia hospedándose en el Hotel Bahía. De hecho, estas imágenes son el resultado de la donación de 71 fotografías que hizo de forma totalmente desinteresada justo antes de morir en octubre de 2004 al Museu Monogràfic Puig des Molins de Ibiza.
En este sentido, el director del Museo Monogràfic de Puig des Molins, Benjamí Costa, comentó a este periódico que la exposición «es una crónica visual de una Ibiza que ya ha pasado a la historia, basada en un estilo de vida tradicional y unido al campo o a la pesca, donde las mujeres vestían en su día a día con el traje de payesa y que luego se vino abajo dos décadas después con la llegada del turismo y de los hippies».
Por ello, Costa aseguró que la exposición tiene «un gran interés y un punto nostálgico para todos los ibicencos y baleares que tengan de 55 años para adelante, porque seguramente se sentirán muy identificados con lo que verán en las imágenes». De hecho, el propio Jaume Gomila aseguró que junto a las fotografías se exhibirán dos vitrinas con material cedido por el propio Michael Everitt.
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