Bernard U.M. murió de un golpe contundente en la cabeza con una barra o un palo y uno de los dos detenidos confesó los hechos ocurridos la madrugada del martes en el antiguo delfinario de ses Salines.

Ayer por la mañana, la comisión judicial y los investigadores de la Guardia Civil regresaron al escenario de los hechos para realizar una reconstrucción siguiendo los testimonios de los dos detenidos.

Según señalaron al PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA fuentes de la investigación, la víctima y su agresor habían mantenido una discusión por problemas de convivencia, una disputa que acabó con la muerte del hombre de 58 años y nacionalidad suiza.

Veinticuatro horas después del trágico suceso, la comisión judicial y los agentes de la Policía Judicial y del equipo de Homicidios de la Guardia Civil regresaron a las destartaladas instalaciones del antiguo delfinario para hacer una inspección más detallada del lugar y esclarecer cómo se desarrollaron los hechos que acabaron con un muerto.

Los dos detenidos habrían relatado cómo se desarrollaron los instantes previos a la discusión que acabó con una agresión mortal.

Según las fuentes consultadas, la víctima convivía desde hace mucho tiempo con uno de los detenidos. Más recientemente, a ellos se había sumado un tercer ‘okupa’.

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Durante la jornada del martes, el escenario del crimen fue inspeccionado por la Policía Judicial de Ibiza y los efectivos de criminalística que se han desplazado desde Palma con un laboratorio móvil.

Los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil se encargaron de rastrear el fondo de las piscinas del delfinario buscando el objeto utilizado como arma homicida. Las mismas fuentes apuntaron que no la habían localizado.

La juez del juzgado de Instrucción número 3 de Ibiza se ha hecho cargo de la investigación y los resultados de la autopsia realizada por el Instituto de Medicina Legal podrían arrojar más luz sobre la muerte de Bernard.

Los dos arrestados, de 64 y 58 años, ya han pasado dos noches en los calabozos de Can Sifre y su puesta a disposición judicial podría demorarse hasta mañana, cumpliendo el límite de 72 horas.

Ayer, tras la reconstrucción, el recinto del antiguo delfinario ubicado en el Camí de sa Sal Rossa fue cerrado con una cadena y un candado. El delfinario cerrado en los años 90 suma un crimen en su historia de decadencia y abandono.

EL DETALLE
Investigación. La Guardia Civil ha abierto una investigación por un delito de homicidio y mantiene detenidos a los dos okupas que convivían con la víctima.