▲ La última remodelación. La imagen es de abril del pasado año, durante la primera comparecencia conjunta del Govern surgido de las remodelación que provocó la caída de Esperança Camps. A la derecha, en el ángulo superior, Ruth Mateu, mirando al suelo para bajar la escalinata. La duda es si en el próximo Govern habrá diez conselleries o nueve. Foto: JOAN TORRES

La Conselleria de Transparència, Cultura i Esports mantendrá su actual estructura sólo si la ocupa una persona independiente. De otro modo, sus competencias serán distribuidas entre otras conselleries ya existentes.

Esa es la carta que guarda la presidenta del Govern, Francina Armengol, para resolver el relevo de Ruth Mateu, que dimitió el viernes tras asumir la responsabilidad política por la falta de controles en contrataciones de áreas gestionadas por Més, entre ellas Cultura y Turisme.

No es la primera vez que el PSIB echa mano de independientes. De hecho, el actual titular de Educació, Martí March, entró en el Ejecutivo como independiente. También en las elecciones de 2011, Francesc Antich, incluyó a un independiente, concretamente a Lluis Maicas, actual delegado del Govern en el Institut Ramon Llull y ex diputado.

Fuentes del PSIB confirmaron anoche a este periódico que esa era la primera opción para zanjar lo antes posible la crisis.

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Es posible que la propuesta ya se ponga sobre la mesa en la reunión que los partidos que facilitaron la investidura de Armengol mantendrán mañana. A esa reunión también asistirá Més per Menorca, que el viernes decidió salir formalmente del Govern.

Si Més no acepta un independiente (opción que no desagradaría a Podemos), Armengol planteará dividir el departamento aunque potenciando el área de Transparència, que pasaría a Hisenda o a Presidència. Las competencias de Cultura encajarían en Educació y Esports iría a Turisme. En cualquier caso, siempre según la información recogida por este diario, la política de transparencia quedaría reforzada y se asumiría como una cuestión transversal de todo el Ejecutivo. La tesis es que el equilibrio de fuerzas interno del pacto quedaría garantizado y se articularía una mayoría estable. Esa no es la opinión de Ciudadanos. Xavier Pericay, su portavoz, retó ayer a la presidenta a Armengol a presentar la cuestión de confianza.

«Después de lo que ha pasado ningún ciudadano de Balears da ya un duro por la estabilidad de este Govern y la única alternativa que queda es la cuestión de confianza», dijo Xavier Pericay.

Sólo una vez se ha planteado en Balears la cuestión de confianza. Fue durante la primera legislatura de Gabriel Cañellas.

Tanto C’s como el PIy el PP reclaman la supresión de la Conselleria de Transparència, lo que seguramente acercará posiciones entre los grupos de la mayoría actual para mantenerla y buscar un independiente, como propone Armengol.