El Ayuntamiento de Santa Eulària está a la espera del Consell d’Eivissa para autorizar la demolición de la parte construida ilegalmente de una vivienda en s’Argamassa y situada junto al acueducto romano, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1998. «Como está en un ámbito afectado por el BIC de s’Argamassa, necesita autorización de Patrimoni y de la Ciotupha. Me consta que hace un mes mínimo que los técnicos del Consell tienen el informe favorable para el derribo pero como no se celebran Citouphas, no se ha autorizado», apunta el concejal de Urbanisme de Santa Eulària, Mariano Juan.
Este asunto se remonta al año 2008, cuando el Ayuntamiento de Santa Eulària inició un expediente sancionador por una ampliación de la vivienda que no se ajustaba a la licencia municipal de obras. La propiedad intentó legalizar las obras, a lo que el Consistorio informó negativamente en repetidas ocasiones y finalmente y tras «una tramitación larguísima» resolvió que la casa incumple el retranqueo tanto con la vecindad como con la zona verde pública y Demarcación de Costas.
Según el proyecto de derribo presentado por los propietarios, se deberá demoler una construcción auxiliar destinada a almacén, una franja de 44 m2 de la edificación principal y otra de 21,37 m2, además de todo el cuerpo de una escalera exterior y parte del cerramiento. «Es el primer caso que me encuentro que los propietarios cumplen con una orden de derribo, son conscientes de que no tiene solución», señala Juan, quien insiste en que el Ayuntamiento de Santa Eulària «está con las manos atadas hasta que tengamos esta autorización».
La asociación Recuperem l’Acueducte de s’Argamassa (Rasar) había denunciado que esta edificación se levantaba sobre los restos de una villa bizantina de 2.960 metros cuadrados de extensión junto al acueducto romano de s’Argamassa, que está declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) por el Consell d’Eivissa y en la pasada legislatura fue restaurado.