Armengol sonríe y toma notas en la reunión. A su lado, con gesto más serio, Bel Oliver y Silvia Cano. Foto: PSIB

La presidenta del Govern y secretaria general del PSIB, Francina Armengol, explicó ayer al Consell Polític de su partido que la nueva Direcció General de Transparència será «de gran potencia política» y que tendrá «plenos poderes» en todas las consellerias, en las que podrá definir estrategias y objetivos.

Primero en una intervención con presencia de medios de comunicación y luego durante el turno de preguntas, ya a puerta cerrada, Armengol justificó la remodelación del Govern y la necesidad de asumir todo lo relacionado con la aplicación de medidas para mejorar la transparencia en la toma de decisiones y endurecer los controles internos del Gabinete.

«Nuestro listón es alto y vamos a activar todas las alarmas para evitar más errores», dijo. Dirigentes socialistas mostraron su preocupación por el modo en que la crisis de Més, y su deriva judicial, podrían afectar al relevo en la alcaldía de Palma. El próximo junio, Antoni Noguera (Més) tiene que relevar al socialista José Hila.

La fortaleza del Govern

Noticias relacionadas

Armengol hizo un llamamiento a la tranquilidad. Explicó que la ‘hoja de ruta’ del partido sigue siendo la misma, que es preciso mantener los pactos en todas las instituciones y que en eso coinciden los socialistas y los ecosoberanistas. Algunos asistentes a la reunión indicaron que los socialistas no quieren poner contra las cuerdas a sus socios de Més y que están a la espera de cómo termina la actuación de la Fiscalía y, sobre todo, si se deriva algún proceso judicial. Dan por hecho que en el caso de los contratos menores, y su posible fraccionamiento, las responsabilidades judiciales podrían alcanzar –además de al ex jefe de la campaña de Més en 2015, Jaume Garau– a los cargos medios que negociaron directamente. Y la mayoría ya han sido destituidos o lo serán en los próximos días.

EL APUNTE

La remodelación en el BOIB: IB3 continúa en la Conselleria de Cultura i Participació

El BOIB de ayer, que también publicaba la ley turística que regula los alquileres, recogía el nombramiento de Fanny Tur como consellera de Cultura, Participació i Esports, daba cuenta de los ceses anunciados el día anterior (Jaume Gomila, director general de Cultura; Marta Fuxà, directora general de Política Lingüística; Miquel Gallardo, director general de Participació i Transparència, y Xavier Bacigalupe (secretario general) e informaba del trasladado de la Direcció General de Transparència a Presidència y de la creación de la nueva Direcció General de Participació y Memòria Democràtica. Los entes públicos y consorcios no han cambiado y, por ejemplo, IB3 sigue adscrita al área de Cultura. En 2015, cuando se negociaba el organigrama del Govern, la ‘ubicación’ del ente público fue objeto de debates entre quienes querían que dependiera de Presidència, de Innovació o de Cultura. Finalmente, se impuso la tesis de Més. La dependencia es sólo orgánica ya que el Parlament es quien elige al director general.