El Molí de Can Planetes fue ayer el escenario de la inauguración de la tradicional Muestra de Razas Autóctonas que se celebra cada año con motivo de las Festes de Maig del municipio de Santa Eulària.

Gallinas, cabras, ovejas, cerdos y conejos habitaban una zona del lugar como muestra viva «de nuestro patrimonio, igual que lo es cualquier otro elemento del mismo, de la vida y la cultura ibicenca de antaño. Algo que nos recuerda a nuestros mayores, cuando cuidaban a estos animales que ahora ya son raros de ver», explicó Xavi Prats Marí, presidente de la Federación Pitiusa de Razas Autóctonas.

Son especies de muy buena calidad y están mucho más adaptadas a Ibiza y Formentera que las de cualquier otra raza y, además, «la raza también está adaptada a la gastronomía o viceversa. En cualquier caso, una sobrasada hecha con porc negre es de mucha más calidad que cualquier otra. O un flaó hecho con queso de cabra u oveja de aquí está mucho más bueno que cualquier otro», para Prats Marí.

Razas autóctonas cuya crianza se encuentran en un estado de salud crítico debido a dos factores fundamentales. «Por un lado que cada vez hay menos explotaciones ganaderas y por otro, que para realizar la crianza de estos animales autóctonos hay que tener unas condiciones especiales que complican la labor».

Para Prats Marí, una de las grandes necesidades que tienen ahora tanto las razas autóctonas de las islas como la federación, es aumentar el número de personas que se impliquen en la crianza de estos animales. Y es que hay razas, como la gallina, que solo cuentan con el trabajo que realizan 3 o 4 criadores para que sigan existiendo en su pureza.

En este sentido, Prats asegura que la federación cuenta con toda la ayuda del Consell «pues en breve se incorporará un veterinario, figura indispensable en nuestra labor, y también podremos contar con un vehículo para visitar las fincas y transportar a los animales». Pero lo cierto es que las campañas esenciales deben de ir destinadas a aumentar el número de criadores de especies.

Como curiosidad, desde la Federación Pitiusa de Razas Autóctonas realizaron un llamamiento a quien pueda ayudarles a identificar, ya sea con documentos gráficos o escritos, al conejo ibicenco. «Antiguamente, cuando iban a hacer una foto de los animales, se les hacía a los cerdos, o a los animales que más valor tenían en aquel momento. Sin embargo, para los ganaderos de entonces los conejos no tenían tanto valor, pues era lo que ellos comían y por eso ahora no tenemos apenas documentación y nos cuesta identificarlos», explicó Prats.