Las corridas de toros durarán en Balears un máximo de media hora; los animales (tres) tendrán que ser devueltos vivos al corral; no se les clavarán banderillas ni serán estoqueados; antes de salir al ruedo serán sometidos a un examen veterinario y habrá controles antidopaje para las reses pero también para los toreros.

Son algunos de los puntos que establece la proposición de ley reguladora de las corridas de toros en Balears, redactada por Podemos, Més y PSIB, que ayer se presentó en el Parlament para su tramitación y que, en caso de ser aprobada y pueda entrar en vigor, esquivará la sentencia del Tribunal Constitucional que impide prohibir este tipo de espectáculos y dará origen a un formato nuevo del toreo que los partidos de la izquierda llamaron «toros a la balear» o «corridas de toros a la balear».

Esta normativa sustituye al proyecto de ley anterior, que se retiró a la vista de que iba a ser recurrido por el Constitucional, y que prohibía la celebración de las corridas de toros.

Carlos Saura (Podemos) y Margalida Capellà (Més per Mallorca) admitieron que les hubiera gustado prohibirlas pero que, con el amplio catálogo de medidas y prevenciones, se impide el sufrimiento de los animales. La proposición de ley caricaturiza de algún modo la llamada ‘fiesta nacional’, –que es un bien cultural protegido por el Estado– al no poder prohibirla legalmente pero incorpora condicionanantes que son difíciles de cumplir.

La ley también mantendrá el Correbou de Fornalutx aunque también establecerá controles previos y posteriores y su exhibición no terminará con la muerte del animal. El actual presidente del Parlament, Baltasar Picornell, se manifestó la última vez que se celebró este festejo y hasta fue multado por resistirse a la autoridad.

Mantener el Correbou ha sido una decisión política y no tiene nada que ver con la legislación estatal que impide a las auonomías prohibir la corridas de toros.