Aena comienza a reaccionar tras cumplirse el tercer día de huelga por parte de los trabajadores de la subcontrata de limpieza de la terminal (la empresa KLE), que llevan tres meses más el actual sin percibir sus nóminas.

Ayer se produjo un nuevo encuentro entre el director del aeródromo, Roberto Llamas, y el comité de huelga, que la tarde anterior había decidido suspender los servicios mínimos tras comprobar que operarios externos de Valoriza estaban recogiendo residuos en la zona del filtro de control.

Llamas comunicó ayer a los representantes sindicales de los trabajadores que hoy se va a desplazar a Ibiza el jefe de los aeropuertos del grupo 1 (los más importantes del país) para informar sobre cuál será la nueva empresa y en qué plazos se van a pagar las nóminas.

«Esto llevará su tiempo porque el tema ha pasado a manos de la abogacía del Estado para que jurídicamente estudien la ruptura del contrato con KLE y se pueda adjudicar la nueva empresa», explicó Consuelo López, de Comisiones Obreras.

El anuncio supuso que las trabajadoras retomaran los servicios mínimos, aunque la decisión llegó precedida de momentos de tensión entre las propias compañeras. «Ha costado porque los nervios están a flor de piel y hay ataques colectivos de histeria», admitió López, quien advirtió que la situación en la terminal «empieza a ser peligrosa». «Hay demasiadas botellas en el suelo en la zona de filtros y hay que recoger un poco los baños para que no se declare emergencia sanitaria y se tenga que cerrar el aeropuerto», explicó.

La representante sindical aseguró que si hoy «se dan las garantías de cobro y se adelanta alguna nómina» se desconvocará la huelga «al minuto siguiente».