La peatonalización de las calles del West End, la zona de ocio más emblemática de Sant Antoni, impidió ayer por la mañana que una ambulancia del 061 atendiera a un turista que se encontró indispuesto en un establecimiento de la calle Santa Agnès, por lo que los encargados de llevar la camilla tuvieron que bajarse de la ambulancia en la calle General Balanzat y cargar con ella hasta el lugar donde se encontraba el extranjero. Una operación que repitieron a la vuelta con el hombre ya sobre la camilla.

Desde el Ayuntamiento de Sant Antoni explicaron que los sanitarios habían estacionado voluntariamente en ese punto ya que el turista, en estado de embriaguez, al parecer, estaba cerca y que los servicios de emergencia disponen de una llave maestra para bajar los pivotes y acceder a las calles peatonales. Además, si la llave no funcionara, también pueden llamar a la Policía Local para que les abran, algo que no ocurrió ayer, o una vía alternativa para entrar al West End por las calles del Mar o Sant Antoni.

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Precisamente, una treintena de empresarios del West End denunció esta misma semana que la peatonalización de su zona impide la llegada de los vehículos de reparto y reclamaron al tripartito que abandone la política «de persecución constante y machacona contra el West, una actitud que pone en serio riesgo 600 puestos de trabajo directo y otros indirectos».

La calle Santa Agnès, que supone la entrada principal al West desde el paseo de ses Fonts, es una de las calles del núcleo urbano del pueblo que el equipo de gobierno tripartito ha decidido peatonalizar completamente junto con la calle Sant Antoni (entre calle Progrés y calle del Mar), Bartomeu Vicent Ramon (a partir de la calle General Prim), Vara de Rey (de calle del Mar a calle Progrés) y Sant Mateu.