El Ayuntamiento de Sant Antoni puso ayer en marcha por segundo año seguido su proyecto ‘Cala Salada: Platja Connectada’, que supone el control del acceso a este enclave situado al norte del municipio portmanyí para regular la circulación y el estacionamiento de vehículos.

Los elementos disuasorios introducidos en las cunetas que conducen hasta el punto de control –a base de rocas y barreras de madera–, la reducción de las tarifas del servicio de minibuses y, sobre todo, la experiencia adquirida tras la ‘prueba piloto’ del año pasado harán más atractivo y seguro el acceso a esta emblemática zona del litoral ibicenco.

Ese es, al menos, el deseo de los dos jóvenes controladores de acceso a la playa que ayer iniciaron –sin grandes agobios– su temporada laboral. Ambos trabajarán de 10 a 18 horas y contarán con una tercera persona de refuerzo durante los meses de julio y agosto.

«En los primeros días del año pasado hubo bastante lío porque la gente desconocía las normas, pero ahora que controlamos todo irá mejor», indicaba el controlador apostado en la zona del parquin de Cala Salada, que dispone de unas 70 plazas.

En las próximas semanas se instalarán dos casetas de vigilancia y una pantalla eléctrica que indicará a los usuarios si la zona de aparcamiento está completa o cuenta con plazas libres.

Una vez completadas, el controlador ordena bajar la barrera a su compañero en la zona de control y, a partir de ese momento, solo se permite el acceso a los usuarios autorizados –ambulancia, residentes y clientes del restaurante– y a los minibuses, que prestan servicio cada 15 minutos desde la estación de autobuses o el polideportivo de Can Coix hasta las nueve de la noche (cada 30’ hasta las 11 de la mañana).

Las tarifas del transporte público, dependiente del Consell d’Eivissa, se han reducido este año por lo que el precio por trayecto será de 0,90 céntimos para los usuarios con tarjeta de transporte y 1,90 euros para el resto de usuarios.

Por su parte, el Consistorio procede desde ayer a renovar las tarjetas de acceso para vecinos y trabajadores de Cala Salada. Quienes ya dispusieran de ella en 2016, recibirán su nueva tarjeta en el propio control de acceso.

La mayoría de los usuarios consultados ayer se mostraron favorables a restringir el tráfico en las inmediaciones de Cala Salada como medida para preservar el entorno, así como evitar aglomeraciones y riesgo de incendios.

LAS CIFRAS

0,90

Tarifa mini. El precio por trayecto será de 90 céntimos para los usuarios con tarjeta de transporte y 1,90 euros para el resto.

15’

Tiempo de paso. El horario del servicio de transporte es cada 15 minutos desde las 11,00 hasta las 21,00 y cada 30 minutos hasta las once de la mañana.