A primera hora de la mañana, el alcalde de Vila apremiaba al concejal de Epic a que no se alargara tanto en sus intervenciones teniendo en cuenta que el orden del día constaba de 26 puntos. Lo que no presagiaba Rafa Ruiz es que la sesión de ayer iba a despacharse por la vía de urgencia tras la ‘espantada’ de los seis concejales populares que abandonaron el pleno tras su comentario sobre la corrupción.

Tampoco suponía que el protagonista del pleno no iba a ser, como es habitual, el concejal de EPIC Antonio Villalonga, cuyos enfrentamientos, a diestra y siniestra, con gobierno y oposición, ya son todo un clásico cada último jueves de mes. El único ‘destello’ que pudo arrancar ayer Villalonga fue el apelativo de «hombre del Renacimiento que sienta cátedra en todos los temas» con que le bautizó el concejal de Benestar Social. Un sinónimo, según Ribas, de lo que «ahora se dice hacer el cuñado».

La temperatura del pleno comenzó a elevarse con los cruces de acusaciones entre PP y PSOE sobre las obras de Vara de Rey. Los populares acusaron a los socialistas de hacer mal las obras y los socialistas respondieron a los populares que, si no les gustaba el resultado, tuvieron cuatro años para hacerla a su gusto en la anterior legislatura.

Pero el detonante de la decisión del PP de abandonar el pleno fueron las palabras de Rafa Ruiz, quien antes de referirse a la corrupción en las filas del PP, se despachó con la portavoz del PP, Virgina Marí, a quien calificó de «niña pequeña» por su comportamiento, olvidando lo mal que a él le sentó en el anterior pleno que Villalonga le llamara «niñato». La misma sesión en la que, según el alcalde de Vila, Virginia Marí se colocó a espaldas de Joan Ribas cuando este le daba explicaciones sobre el albergue municipal.

Sin los concejales populares en sus asientos, el pleno se resolvió de manera ‘exprés’ con un Villalonga descafeinado y una prensa distraída tras el desplante de la bancada popular.

Luego vendría la comparecencia del PP en la calle para manifestar su indignación y la contrarréplica del alcalde para poner a la polémica punto final. O punto y aparte. El ‘show’ debe continuar y el próximo capítulo lo viviremos, seguramente, en el próximo pleno.