La avenida Ignasi Wallis de Vila fue el escenario ayer de una curiosa y rocambolesca secuencia protagonizada por una gallina, varios vecinos, policías locales y un operario municipal, que fue quien finalmente puso fin a la aventura que había llevado el ave por varios puntos de la Ibiza en los últimos días.

La patrulla policial acudió para atender una colisión entre un coche y una moto. Una vez resuelto el siniestro, los agentes advirtieron la presencia de la gallina deambulando por la acera a la altura del número 37. La escurridiza ave alzaba el vuelo ante los intentos de unos y otros por atraparla. El animal se refugió en las ramas de un árbol. La escena se repetía a cada descenso de la gallina a la acera. La curiosa estampa que los transeúntes captaban con sus teléfonos móviles acabó con la intervención del operario municipal que, percha en mano, cazó con su red a la gallina tras media docena de infructuosas tentativas.