Echar el ancla sobre praderas de posidonia oceánica en aguas pitiusas no será motivo de sanción este verano por parte del Govern balear hasta que no vea la luz el decreto de Posidonia, cuyo borrador presentó ayer en Ibiza el director general de Espais Naturals i Biodiversitat del Ejecutivo balear, Miquel Mir.

«El decreto está en un momento de participación previa y todavía no entrará en vigor este verano. El decreto establece un régimen sancionador a partir de la normativa estatal y europea y una vez entre en vigor se podrán establecer estos mecanismos de sanción», explicó el responsable de la Conselleria balear de Medi Ambient, tras el encuentro mantenido en el Consell con representantes del sector náutico y ecologistas.

Mir anunció que seis de las 10 embarcaciones adquiridas por el Govern balear para la campaña de vigilancia de la posidonia comenzarán a patrullar el Parque Natural de ses Salines –zona protegida dentro de la cual sí se interponen denuncias, aunque con escaso recorrido– a partir de mediados de este mes, una vez concluya el proceso de licitación y contratación del servicio.

«La Conselleria ha editado un total de 15.000 dípticos plastificados para poder ser repartidos en el ámbito marítimo y dar información a los usuarios que puedan estar fondeando en posidonia. Este proceso esperemos que ayude a disuadir de estos usos», precisó el titular de biodiversidad.

Esta campaña complementará a la que ya realiza un grupo de voluntarios ibicencos quienes, con la colaboración del Consell d’Eivissa, reparten folletos a los patrones de las embarcaciones que echan el ancla sobre las praderas de esta planta oceánica. «Va a haber información masiva», señaló al respecto el conseller de Medi Ambient del Consell d’Eivissa, Miquel Vericad, quien consideró «suficientes» los recursos que destina este verano el Govern para la campaña de vigilancia e inspección.

En cuanto al futuro decreto, Vericad admitió que «no solucionará inicialmente los problemas» que sufren las Pitiusas con «el deterioro de la posidonia». No obstante, señaló que se trata de «un paso necesario y fundamental» y de «una construcción jurídica indispensable» para que Ibiza y Formentera dispongan «en el futuro de estos campos de boyas y de esta regulación con un régimen sancionador».

Mir y Vericad explicaron el borrador del decreto a una docena de representantes de los sectores náutico y conservacionista de la isla. Según el responsable del Govern, reaccionaron «positivamente». «La conciencia social del sector náutico ha aumentado y tienen la voluntad de ser los primeros en tener la posidonia bien conservada, como no podía ser de otra manera», indicó Mir tras el encuentro de carácter informativo celebrado en la sede de la máxima institución insular. Por la tarde prosiguieron estas jornadas divulgativas, en este caso abiertas al público general.

Por su parte, Vericad reconoció que en un primer momento «pudo haber falta de información» por parte del sector y de usuarios «que pensaran que [el decreto] puede afectar a la navegación inocente por un exceso de regulación, pero tanto el director general como yo les hemos tranquilizado». El titular de Medi Ambient explicó que «no se trata de una prohibición del fondeo, sino de una regulación y una ordenación ante estos momentos de saturación».

Por medio de este decreto, la prohibición de fondeo se limitará, de momento, a las zonas consideradas de alto valor ambiental, que en el caso de Ibiza y Formentera se centra en el Parque Natural de Ses Salines.