Desde el principio de las reuniones se acordó que la cantidad máxima a cobrar no superará los 15 euros por el uso de las instalaciones. El director médico de Can Misses precisó que «no hay ningún interés crematístico, y la atención a la residencia será para los facultativos y demás personal sanitario que lo precise, siempre con el concepto de que sea un recurso transitorio hasta que pueda encontrar su domicilio en la isla».
Los pacientes y familiares de Formentera que han de pernoctar en Ibiza también lo harán en esta residencia y no tendrá ningún coste económico para ellos.
En la última quincena se ha reunido en tres ocasiones el grupo de trabajo, ayer fue la última. A falta de perfilar algunos matices, todos coinciden en «mantener el espíritu inicial de facilitar la llegada de los profesionales». De hecho, insisten que habrá «una flexibilidad en el tiempo dependiendo de la duración de los contratos», subrayan desde el Área de Salud.
La residencia aloja en este momento a un especialista en Reumatología, que está cubriendo una baja de 40 días, pero Fernández aseguró que «se han recibido más peticiones».
La residencia también ha ido variando su aspecto desde su presentación hace una semana y dispone de televisión en la sala común. Además, cada una de las habitaciones también dispone de televisor.
Desde el Área de Salud explicaron que la residencia se mostró cuando aún no estaba acabada de dotar por el interés que había sobre este recurso aunque reconocieron que «quizás no se haya explicado lo suficientemente bien, ahora se le ha dado un poco más de calidez a las habitaciones, faltaban algunos detalles».
La presentación de la residencia para facultativos contó con la asistencia de dos conselleras del Govern, la de
Salut, Patricia Gómez, y la de Presidència, Pilar Costa. Desde su presentación, la residencia ha ido acaparando la atención de los medios nacionales.
LA NOTA
«Parecía una celda monacal»
Las habitaciones de la residencia del antiguo hospital Can Misses han cambiado su aspecto en siete días. De hecho, el director médico reconoció que hace una semana «parecían una celda monacal y ahora ya está todo vestido, se ha puesto una televisión y en la zona común se han incluido neveras y microondas». Además, las habitaciones se
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