La casilla de peones camineros situada en la carretera de ses Salines, que se convertirá en dos apartamentos que gestionará el Ibavi. | DANIEL ESPINOSA

El Consell d’Eivissa tiene previsto ceder al Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi) tres casillas de peones camineros para que este organismo del Govern las reforme, las convierta en apartamentos y las destine a alquiler social.

Estas edificaciones, situadas en las carreteras de ses Salines, Sant Antoni y Sant Joan, albergarían dos apartamentos cada una por lo que se añadirían seis viviendas más para el alquiler social. Consell d’Eivissa y Govern balear están ultimando la firma de un convenio para formalizar dicha cesión a finales de este mes o en julio.

La máxima institución insular también está estudiando la posibilidad de ceder algún terreno en propiedad al Ibavi para la construcción de viviendas, aunque esta actuación todavía no está cerrada. «No tenemos un remedio que soluciones toda esta problemática que está pasando. Son necesarias muchas actuaciones en muchísimos ámbitos. Por primera vez una institución como el Consell se pone manos a la obra con las políticas de vivienda en la isla», apunta la vicepresidenta primera y responsable del departamento de Habitatge del Consell, Viviana de Sans.

Estas casas sirvieron de hospedaje a los peones camineros encargados del mantenimiento de las carreteras a principios del siglo pasado y el Consell d’Eivissa asumió su titularidad con el traspaso de las competencias en la materia.

Entre otras medidas encaminadas a paliar la falta de viviendas de alquiler a precios asequibles, el Consell d’Eivissa también ha reservado siete millones de euros para la compra de viviendas para después cederlas a los ayuntamientos y al Ibavi. La máxima institución insular está ultimando la compra de pisos a través de un proceso de licitación abierto a todos los propietarios de viviendas, entidades bancarias incluidas.

LA NOTA

La casilla de Sant Josep: albergue sólo para adultos

En el año 2010 el Consell d’Eivissa cedió al Ayuntamiento de Sant Josep por un periodo de 30 años la casilla de peones camineros situada en el kilómetro 5 de la carretera que lleva al pueblo desde Vila. La casa fue rehabilitada con 310.000 euros de los fondos del Plan E puesto en marcha por el Gobierno socialista de Zapatero. El equipo de gobierno progresista de entonces quiso convertir el recinto en un albergue juvenil pero en la pasada legislatura, PP y Alternativa Insular reorientaron su función como albergue de adultos, ya que el Consell autorizó la apertura del local con la condición de que no se alojasen en él menores de edad por su cercanía con la carretera. Este edificio tiene una capacidad de 14 personas y está dividido en dos plantas.