El Ayuntamiento de Eivissa procederá hoy a ejecutar el Decreto de paralización de los usos residenciales de cinco locales comerciales situados en el barrio de ses Figueretes que, desde hace años, se alquilan como infraviviendas tanto a familias como a turistas.

Tras la publicación de varios artículos que denuncian los hechos en PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA, el Ayuntamiento finalmente tomará medidas contra una actividad ilegal que vienen cometiendo desde el año 2006 –año en que cambió los usos del suelo– tanto el propietario de los bajos comerciales como diversos intermediarios.

Según informó ayer un portavoz municipal, la Policía Local de Vila acudirá hoy a los inmuebles, situados en la confluencia de las calles Galicia y Formentera, con la orden de precintar aquellos que se encuentren desalojados. Para ello, una celadora del departamento de Urbanismo acudió ayer a los locales ‘patera’ para informar de la situación a los inquilinos, la mayoría de los cuales desconocían tal ilegalidad apoyándose en un contrato de arrendamiento que habrían firmado con el casero hasta el mes de octubre.

Según el Ayuntamiento, los locales que hoy continúen habitados serán notificados al Juzgado para solicitar la correspondiente orden de desahucio y el corte del suministro de luz y agua. No obstante, según ha podido saber esta redacción, al menos a una familia se le ha comunicado que podrá permanecer en el inmueble hasta el final de la temporada debido a su situación de vulnerabilidad –se trata de una joven que vive con sus cuatro hermanos menores y su madre– y ante la dificultad de encontrar actualmente otro alojamiento a un precio razonable.

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Estos bajos comerciales se explotan de forma ilícita desde hace años, causando molestias y provocando inseguridad ciudadana en la zona, según denuncian los vecinos. Sus explotadores incurren en diferentes infracciones urbanísticas y de actividad turística, además de fraudes a la Agencia Tributaria, incluso en presunta estafa y coacciones, tal y como investiga la Policía Nacional.

Los inmuebles, provistos de 10 habitaciones y siete baños sobre una superficie de 340 metros cuadrados, carecen de cédula de habitabilidad, salida de humos y ventilación.

Además de alquilarse cada local por 800 euros al mes en invierno y 1.000 euros en verano, el conjunto de estas cinco infraviviendas se encontraba a la venta en varias páginas web por 730.000 euros.

En uno de los anuncios, que fue retirado tras su publicación en este periódico, se apreciaba cómo una de estas estancias reconvertidas conecta directamente con el garaje de la finca, situada sobre los bajos comerciales. Además, se especificaba que el inmueble «no se puede vender por separado» y que «es adecuado para hostal, B&B (bed and breakfast) o similar».