Cratividad a cada paso, street food, tres diferentes escenarios, uno de ellos renovado, jardines decorados con estilo étnico, un original mercadillo y una zona especial para los más pequeños de la casa hicieron de la tarde-noche de ayer una velada muy especial que fue más allá de una simple inauguración más. El popular mercadillo de Las Dalias albergó la puesta de largo del vigésimo aniversario de la fiesta Namaste de la mano de sus creadores, los diseñadores de World Family Ibiza y Ritual.

En este caso se presentó en sociedad Up2Us, una nueva propuesta de culturas alternativas que contará con animaciones, performances, djs y directos y donde, según sus organizadores, «la comunidad creativa de la isla de Ibiza unirá fuerzas todos los miércoles a partir de las 18.00 horas y hasta la madrugada en cuatro áreas y una zona de niños». La intención por tanto es «poder convertirse en una experiencia familiar». Algo que según sus palabras, «se echaba de menos en la oferta de ocio de la isla».

Por todo ello, según Alok, uno de los creadores de la idea y padre de la World Family Ibiza, esta temporada para Namaste promete «ser muy especial, repleta de amor, salud, belleza y agradecimiento a la vida». Además, Merel su mujer y patriarca de la marca organizadora, aseguró que «Namaste es una velada a la que puede venir todo el que quiera pasar una noche divertida mientras escucha el sonido de las diferentes músicas del mundo, degusta comida saludable por todos lados y procedente de distintos lugares del mundo, y disfruta de la amplia decoración y de los puestos diferentes a los que se pueden ver otros días en el mercadillo».

Recuerdo

Así, la propia Merel aseguró que Namasté, «al igual que todo lo que hacemos está impulsada con gran pasión». Algo que ha permitido que la fiesta que se celebra todos los miércoles a partir de las 18.00 horas en Las Dalias «se haya convertido en un recuerdo de los orígenes de la Ibiza más auténtica a través de una fiesta que nos retrae al más puro estilo hippie que vivieron todos aquellos primeros visitantes que, como nosotros, llegaron a la isla para disfrutar de una manera libre y fresca de la vida que ofrecía este maravilloso lugar».