Cáritas Diocesana de Ibiza y Formentera atendió en 2016 a unas 1.500 personas, una cifra «idéntica» a la de «hace cuatro o cinco años, en plena crisis económica», según explicó ayer el coordinador de la entidad, Gustavo Gómez, durante la presentación de la Memoria 2016. Gómez advirtió de que una situación que antes «parecía coyuntural ha pasado a ser estructural» en la isla de Ibiza.

El presidente de Cáritas, Joan Marí, afirmó que a principios del pasado año «saltaron todas las alarmas» cuando comenzaron a acudir al centro «trabajadores que no tenían recursos para pagar el alquiler». Las personas atendidas en los centros de Cáritas por el problema de la vivienda «aumentó respecto al año anterior», según el presidente de la entidad, quien afirmó que la falta de alojamiento «es uno de los problemas más graves que ha sufrido la sociedad ibicenca».

Los responsables de la organización dependiente de la Iglesia cifraron en un 20% los beneficiarios de sus programas que declaran tener ingresos y que, sin embargo, no llegan a fin de mes por el alto precio de los alquileres.

En cuanto a los datos, Cáritas de Ibiza atendió a 643 personas en su programa de acogida, mientras que 221 acudieron al centro de día para personas sin hogar o en riesgo en riesgo de exclusión social que, en la isla, según indicaron, alcanza a un 20% de la población. A lo largo del año se superaron nuevamente los 30.000 menús servidos en el centro de la calle Felipe II de Vila para 191 personas. En este sentido, Gustavo Gómez lamentó que «se sirvan 90 menús diarios a personas sin hogar o en riesgo de exclusión social y a unos metros haya yates de 20 millones de euros».

Las diferentes sedes parroquiales y centros de Cáritas repartieron en 2016 100 toneladas de alimentos a más de 6.600 beneficiarios. De las personas atendidas el año pasado, un 37% tienen nacionalidad española, lo que demuestra, según la entidad, que el perfil de los beneficiarios «ha dado un giro desde el comienzo de la crisis». «Ni los abuelos pueden mantener ya a sus hijos porque se van agotando las ayudas», denunció Gómez.

LA NOTA

«El centro de es Gorg y el albergue no son suficientes»

El presidente de Cáritas en las Pitiusas, Joan Marí, aseguró que los futuros centros de baja exigencia de es Gorg y el albergue de media y alta exigencia de Vila «no son suficientes» para atender a las personas sin hogar, en riesgo de exclusión social o en situación de vulnerabilidad. Marí defendió que «no se pueden meter a todos en un mismo saco», en referencia a la necesidad de construir instalaciones separadas, y pidió a la sociedad ibicenca se implique en un problema «estructural».

«Cuando se intentó mejorar el comedor llevándolo a Sa Real todo el mundo se pu- so en contra, sin conocer qué tipo de personas lo iban a utilizar», lamentó. Miguel Ángel Riera, por su parte, apuntó que la labor de Cáritas es «concienciar» a la sociedad para «erradicar» la pobreza en la isla.