Imagen de los accesos al muelle de pescadores, donde no hay barrera ni vigilancia para ver quién pasa o no. | DANIEL ESPINOSA

El malestar con la gestión del puerto que se hace desde Ibiza se extiende al muelle de pescadores. A principios de esta temporada turística, el Consell d’Eivissa y la cofradía de pescadores de Ibiza se pusieron en contacto con el presidente de la Autoritat Portuària de Balears (APB), Joan Gual de Torrella, para exigirle más control sobre el muelle y alertarle de que a menudo se producen situaciones de riesgo.

La máxima institución insular, a través del servicio de inspección de pesca, advirtió al presidente de la APB de que no pueden estar «a todas horas sobre el muelle pesquero; es la APB quien debería controlar la entrada de vehículos y personas ajenas al sector dentro del muelle». En este sentido recuerdan que no hay ningún tipo de barrera que controle el acceso al muelle de pescadores, lo que provoca que no sólo se acerquen personas y vehículos «a comprar directamente a las barcas, tanto locales como las que vienen por parte del plan de pesca de arrastre alicantino (gamberas) lo que es competencia de APB». En este sentido recordaron que antes la APB «sí colaboraba con el sector pesquero, pero a fecha de hoy no. No pasa así en el puerto de Sant Antoni (Ports de Balears), donde la colaboración entre ellos y la inspección es máxima».

La máxima institución insular, además, alertó de que «el riesgo de que pase cualquier accidente es extremo» en el muelle de pescadores. Esta misma opinión es compartida por la cofradía de pescadores, desde donde recordaron a la APB que a mediados de mayo una chica que estaba de botellón en el muelle pesquero se cayó al agua. «Cualquier persona ajena al sector puede acceder caminando e, incluso, en vehículo a los muelles de uso pesquero profesional con los evidentes problemas de seguridad y descontrol en inspección pesquera que esto provoca. Por poner un ejemplo, una madrugada había un grupo de chicos haciendo botellón en el borde del cantil y una cayó, de repente, al mar. Tuvo que ser rescatada con la ayuda de nuestro sereno y varios pescadores que estaban en ese momento en la zona», explicaron los pescadores al presidente de la APB a través de un escrito. Aseguran, además, que la iluminación de la zona es «mínima e inexistente durante muchas noches del año».

Los problemas se agravan en verano cuando se desplazan a la zona «autobuses enteros con sus guías que se pasean indiscriminadamente por todo el muelle pesquero distraídos y haciendo fotos con el evidente peligro de tropezar con aparejos y enseres de pesca y sin persona alguna que controle las zonas a las que acceden y la posibilidad de que se produzca algún accidente por interferencia con la actividad de los pescadores con su quehacer diario».

Noticias relacionadas

La cofradía de pescadores asegura en su escrito que estas quejas son «históricas» y defienden que «en lugar de limitar los accesos e incrementar la vigilancia en la zona ha ocurrido lo contrario. Año tras año cada vez tenemos más interferencias en la zona con turistas, paseantes, compradores ilegales de pescado, botellones, maleantes que se dedican a robar y vehículos mal estacionados». Por ello, exigen a la APB que tome «las medidas oportunas a fin de mejorar el control, vigilancia y seguridad general de la zona del muelle pesquero del puerto de Ibiza».

LA NOTA

Vigilancia nocturna del muelle pagada por los pescadores

La cofradía de pescadores de Ibiza ha sufrido robos en el edificio por la falta de vigilancia y control en los accesos. «Hemos sufrido robos en el edificio de la cofradía, en la zona de secaderos de redes e, incluso, un incendio provocado de los artes de pesca, teniendo que pagar finalmente la cofradía de pescadores representada la factura del desplazamiento del servicio de extinción», explican en un escrito a Gual de Torrella.

Los problemas a los que se enfrentan los pescadores les obliga a tener contratada una persona para que vigile en horario nocturno todas las instalaciones, así como el muelle pesquero «con el evidente desembolso económico adicional que ello supone para las arcas de la entidad».