La playa de Cala Llonga funciona desde ayer como playa totalmente accesible tras la inversión realizada en instalaciones y servicios por el Ayuntamiento de Santa Eulària.

El proyecto tiene su inicio en las plazas reservadas para personas con discapacidad, donde también se encuentra la parada de buses, e incluye la renovación de las pasarelas, así como la instalación de un baño adaptado y una zona de sombra con asientos. Los trabajos se han realizado en un plazo de seis semanas y han tenido un coste de 60.000 euros, a los que hay que sumar una inversión de 15.000 euros en material nuevo como la silla de ruedas y las muletas anfibias que permitan a las personas con movilidad reducida disfrutar del agua. Además, se han contratado a dos socorristas más con la formación necesaria para acompañar a las personas que lo necesiten en los baños asistidos.

Adaptación

La concejala de Litoral y Playas, Antònia Picó, destacó que de esta forma Cala Llonga se convierte en la segunda playa totalmente accesible del municipio tras el «éxito» de la playa de Santa Eulària, que está adaptada desde 2013. «Ha tenido tanto éxito que ya nos hemos quedado cortos, ya que todas las asociaciones nos solicitan más servicios», detalló la edil, que recordó que estas playas se ajustan a las normas internacionales DALCO para cubrir las necesidades especiales de la deambulación, la aprehensión, localización y comunicación. Para su cumplimiento se han llevado a cabo una serie de medidas como habilitar superficies planas o rampas, eliminar barreras arquitectónicas, instalar grifos que se accionen con el brazo o poner cartelería y rotulación clara y adaptada.

La inversión también incluye un sistema de timbres inalámbricos instalados en los baños y la zona de sombra para solicitar la presencia de los socorristas que estén en la torre de vigilancia. Según detalló Picó, el Consistorio ha adquirido dos sillas de ruedas anfibias nuevas con características «más modernas» y con arneses para las dos playas accesibles del municipio, por lo que la que había en la de Santa Eulària se quedará de reserva en caso de necesidad o de que acuda algún grupo.

La presentación de las instalaciones contó con la asistencia de diferentes representantes de asociaciones que trabajan con personas con movilidad reducida o alguna discapacidad (ONCE, Apneef, Adima, Magna Pityusa y sa Colometa). Según informaron, estarán disponibles todos los días hasta el 1 de octubre con un horario de 11,00 a 14,00 horas y de 16,00 a 18,00 horas.

LA NOTA

163 baños asistidos en 2016

La concejala de Litoral y Playas, Antònia Picó, explicó la demanda de los servicios para personas con movilidad reducida en la playas ha ido aumentando en los últimos años y apuntó que en 2012 en la playa de Santa Eulària se registraron 23 baños asistidos durante la temporada de mayo a octubre, mientras que en 2016 se llegaron a los 163. Además, el punto de baño contó con 83 usuarios con discapacidad en 2013, pasando a 269 en 2016. Picó destacó que la intención del Ayuntamiento es «seguir avanzando» en el tema de la accesibilidad y ampliar estos servicios en otras playas que reúnan las condiciones para ser accesibles.