Ayer se presentaron estos dos excelentes productos ibicencos. | I.S.

La finca experimental de Can Marines acogió ayer la presentación de los nuevos productos que se han incorporado en la marca ‘Sabors d’Eivissa’: la patata roja y la sandía.

El conseller de Medi Ambient, Miquel Vericad, destacó que se han escogido estos dos productos por su «calidad excepcional» y porque son muy «característicos» y «diferenciados del resto». Además, explicó que es una forma también de «sobrevivir a la globalización» y evitar que se vendan productos de Ibiza cuando «ni siquiera se han producido en la isla».

La marca ‘Sabors d’Eivissa’ incluirá la comercialización de dos variedades de patata roja (ibicenca y Desirée). La patata ibicenca, conocida desde principios de siglo, desapareció del mercado hace más de 30 años, aunque se siguió cultivando entre la payesía. «La hemos recuperado y es mérito de muchas generaciones de payeses que la han mantenido hasta nuestros días», explicó el técnico de promoción agroalimentaria del Consell d’Eivissa, Joan Lluis Joan, que destacó que la gente la ha conservado porque «es su producto» y forma parte de «su memoria, sus recuerdos y su cocina». En este sentido, resaltó que es la única variedad autóctona que se ha mantenido de las cuatro que había, ya que la rosa, la blanca y la morada «han desaparecido». «La roja se ha conservado porque es de una gran calidad, es la patata que de forma inseparable ha acompañado nuestra gastronomía, ya que una ensalada payesa o un sofrit pagès solo pueden ir con esta patata», señaló Joan, que recordó que con el tiempo fue perdiendo producción y fue sustituida por la variedad Desirée.

En este caso, el técnico del Consell explicó que es la «única» que se parece a la ibicenca a nivel de laboratorio «tanto desde el punto de vista de calidad como desde el punto de vista de uso culinario». Según detalló, ambas variedades «fríen sin quemar y quedan consistentes cuando se hierven». Esta variedad era la predominante en el mercado hasta hace diez años pero también se ha ido sustituyendo por variedades rojas de «actitud productiva más rápida, más resistentes a enfermedades y más grandes, lo que gusta más en la restauración porque son más fáciles de pelar».

Demostración

La presentación contó con la presencia del chef del Ibiza Gran Hotel Óscar Molina, que preparó degustaciones de diferentes platos elaborados con patata y sandía de Ibiza. Según destacó, la patata ibicenca es «brutal» y adelantó que valorará incluir en la carta del restaurante el postre que presentó de ceviche frutal con sandía, en una demostración de que los productos de Ibiza pueden incorporarse «perfectamente» en la gastronomía.

LA NOTA

La mejor sandía: con pepitas

Joan Lluís Joan recordó que la sandía no es una variedad tradicional, pero sí destaca por ser un «caso excepcional», ya que Ibiza es prácticamente de los pocos sitios de Europa donde se mantienen las pepitas de las sandías. «Se ha demostrado que cuando quitas las pepitas la textura cambia, pero tenemos unos payeses tozudos que quieren hacer un producto de calidad», afirmó. Por su parte, el presidente de Agroeivissa, Joan Marí, garantizó que «en Ibiza hacemos las mejores sandías del mundo». «Los que hemos viajado estamos convencidos. No se si será por el clima, por la tierra o la forma de trabajarla, pero hacemos una sandía que no tiene nada que ver con la sandía que se hace en el resto del mundo», destacó Marí, que mostró su satisfacción por haberse cumplido una reclamación de los agricultores al incluir productos hortofrutícolas en la marca ‘Sabors d’Eivissa’.