Imagen del traslado del joven a los juzgados de Ibiza tras su detención en marzo de 2015. | Archivo

La Fiscalía solicita una pena de once años de prisión para un hombre de 34 años acusado de intentar asesinar a una joven a la que trató de asfixiar y a la que propinó hasta doce cuchilladas en pecho, espalda, cuello, cadera y muñeca, al tiempo que le gritaba: «no grites, te mato».

Gerson D.S.O., que se encuentra en prisión provisional por estos hechos desde el 19 de marzo de 2015, será juzgado el jueves y viernes próximo por la sección primera de la Audiencia Provincial por un delito de tentativa de asesinato.

Los hechos ocurrieron el 17 de marzo de 2015 en la vivienda de Cala de Bou donde residía la joven de 25 años víctima del ataque. El acusado fue detenido por agentes de la Policía Nacional en el puerto de Ibiza cuando trataba de abandonar la isla con un ferry.

Cosida a cuchilladas

Según el relato fiscal, acusado y víctima mantenían una relación de amistad. La madrugada de los hechos el acusado acudió a la casa de la joven y le pidió si podía pasar la noche allí. La víctima accedió a la petición y le alojó en una de las habitaciones. Apenas una hora después, en torno a las 3 de la madrugada, el acusado irrumpió en la habitación de la joven «con la intención de causarle la muerte. Aprovechando que estaba dormida, entró en su dormitorio y le agarró con las manos por el cuello, ejericendo presión para ahogarla, momento en que la joven despertó y logró zafarse del acusado», relata el escrito de acusación. Tras este primer intento los dos cayeron al suelo, «momento en el que el acusado, valiéndose de una navaja de 10 centímetros de hoja, le propinó varias puñaladas». El acusado no consiguió su propósito ya que la joven logró huir y refugiarse en el piso de su vecina.

La vícitima sufrió una docena de heridas incisas que requirieron para su curación un total de 500 días. La joven también sufrió trastorno neurótico por estrés postraumático.

La Fiscalía solicita 11 años de prisión y la prohibición de acercamiento y comunicación con la víctima durante veinte años. La petición fiscal también recoge una indemnización de algo más de 50.000 euros para la víctima.