El nuevo emisario de Talamanca entró ayer en funcionamiento poco antes del mediodía. Según informaron desde el Govern, a las 11.30 horas quedó en desuso la antigua instalación y se conectaba la nueva tubería. La ansiada infraestructura era ya una realidad, pero en la playa la satisfacción no era, ni mucho menos, generalizada. Por tercer día consecutivo la bandera roja ondeaba y la prohibición al baño se prolongará durante la jornada de hoy, según avanzó el Ayuntamiento de Vila.

A primer hora de la mañana de ayer, los operarios llevaban a cabo la operación del cambio del antiguo al nuevo emisario de la depuradora de Vila. Se ponía fin a una infraestructura de 32 años de antigüedad que se había convertido en una pesadilla por la sucesión de roturas e incidentes, problemas que se han multiplicado en los últimos años.

Bandera roja

Noticias relacionadas

Mientras en la zona de Botafoc se ponía el broche al emisario del futuro, el presente en la playa de Talamanca se veía más nublado. El tiempo no acompañó la entrada de julio y al día gris se sumaba la bandera roja.

Según informaron fuentes municipales, «la playa no es apta para el baño en base a los resultados de los análisis practicados en muestras de agua recogidas este viernes. Así, y siguiendo el protocolo de control y calidad de las aguas en las zonas de baño, se mantendrá la bandera roja durante el fin de semana». Las mismas fuentes añadían que ayer se volvieron a tomar muestras de agua y los resultados se conocerán en 48 horas.

Los negocios de la zona expresaban su contrariedad por la mala meteorología y el mal ambiente reinante, ya que muchos no entendían la presencia de la bandera roja. «Entre una cosa y otra están matando Talamanca», lamentaba Magdalena, vecina de la Marina y fiel de esta playa. Más contrariado si cabe se mostraba Alessandro Pugliese, responsable de la concesión del servicio de hamacas de Talamanca. «Llevo doce años aquí y cuando se rompe el emisario uno se da cuenta por el olor. Los vientos soplan mar adentro y los restos se habrán ido hacia Botafoc», apuntaba Pugliese, quien confía en que «esta pesadilla se acabe pronto. Cuatro días con bandera roja son demoledores y encima el día que nos ha salido», lamentó mientras indicaba el cielo y las decenas de hamacas vacías, más de la mitad de los dos centenares de hamacas.

Pugliese advirtió que la falta de vigilancia en la zona del emisario motivó que alguna embarcación tirase el ancla en la zona. «Después ya sabemos lo que pasa y quien lo acaba pagando», apostilló. Por su parte, Claudia Torres, de Ibizajetski, lamentó la presencia de la bandera roja tantos días y también el día encapotado con el que arrancó un mes de julio que ha traído un nuevo emisario.