Tres incendios en la misma zona en cuestión de una semana han disparado las alarmas entre los vecinos de Cala de Bou. El último fuego arrasó ayer por la mañana unos 1.000 metros cuadrados de rastrojos y terreno agrícola. «Esto no es cosa de colillas lanzadas desde un coche, aquí nos tememos que hay algo más», denunciaba un vecino mientras observaba los trabajos de extinción del incendio declarado ayer por la mañana.

Pasaban unos minutos de las 11.00 horas cuando los vecinos alertaban de las primeras llamas en un terreno localizado entre la avenida de Sant Agustí y la calle Granada.

Hasta el escenario del incendio se desplazaron urgentemente las brigadas del Ibanat de la zona norte con dos autobombas y una dotación de cinco bomberos con dos vehículos. La alerta también movilizó a un helicóptero del Ibanat, un agente de medio ambiente, una patrulla de la Policía Local de Sant Josep y Guardia Civil.

Las llamas avanzaron rápidamente por la zona de matojos, pero la rápida intervención de los medios desplazados evitó que el fuego se extendiese hasta las viviendas ubicadas junto a la parcela quemada.

La alerta por incendio movilizó a un helicóptero del Ibanat que sobrevoló la zona, pero no llegó a descargar ya que los medios terrestres entendieron que no era preciso el apoyo aéreo porque tenían el fuego acotado. Los efectivos contuvieron las llamas a escasos metros de la vegetación ya ennegrecida por el anterior incendio.

Los trabajos de extinción eran seguidos por los vecinos de las viviendas más próximas.

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La presencia de los servicios de extinción en este punto de Cala de Bou no era novedosa para la mayoría de los efectivos desplazados, ya que muchos intervinieron hace seis días en otro incendio declarado en otro extremo del terreno calcinado ayer. Los vecinos ya cuentan hasta tres fuegos en cuestión de una semana y esta sucesión de incendios ha disparado todas las alarmas y sospechas. «Uno de los fuegos se inició junto a la avenida de Sant Agustí, pero los otros dos se han desatado en puntos que no están junto a la carretera. Al principio siempre piensas en una colilla lanzada desde un coche, pero aquí puede haber algo más porque es mucha casualidad que se declaren tres incendios en tan poco tiempo y en puntos tan cercanos», apuntó al PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA uno de los vecinos que expresaba su temor ya que los incendios han alcanzado las parcelas de algunas viviendas.

Los equipos de extinción lograron controlar y sofocar las llamas en cuestión de una hora pero permanecieron en la zona refrescando el terreno para evitar cualquier posible rebrote del fuego.

El de ayer fue el sobresalto más grande de los tres fuegos encadenados y algunos de los vecinos que presenciaban el trabajo de extinción ya presagiaban que no será el último: «Este verano vamos a tener más sustos», lamentaron.

LA NOTA

Una colilla originó el incendio que quemó 3,5 hectáreas en Port des Torrent

La investigación del Servicio de Protección de la Naturaleza (Serprona) de la Guardia Civil ha confirmado que el origen del incendio que quemó más de tres hectáreas y media de masa forestal en el Port des Torrent fue originado por un cigarrillo mal apagado. Tal y como avanzó este medio el pasado 14 de junio, el fuego empezó en una zona de maleza localizada junto a un puente de la avenida de Sant Agustí. La proximidad del punto a una carretera y punto de paso muy transitado apuntaba desde el primer momento a que el fuego arrancó por una imprudencia. Tras recabar las pruebas y analizar los datos se ha confirmado la hipótesis de una colilla mal apagada. Todo apunta a que una imprudencia similar está detrás de incendios como el de ses Salines o el registrado el miércoles en el valle de Morna.