Ayer, domingo 2 de julio, la playa de Talamanca ofrecía una imagen ciertamente desoladora para ser el primer fin de semana de la temporada alta turística. Después de cuatro días con la bandera roja ondeando al aire para advertir a los bañistas de que la prohibición de meterse en el agua sigue vigente, casi nadie se atrevía ayer a probar el agua del mar, excepto aquellos que por estar tomando el sol, acudían a ella momentáneamente para refrescarse, pero sólo haciéndolo con el agua hasta la altura de las rodillas y poco más.

José Manuel Pacheco, un turista llegado desde San Sebastián con la intención de disfrutar de un día de playa, se mostró sorprendido por la situación actual en la que se encuentra Talamanca, que lleva cuatro días con bandera roja por la última rotura del viejo emisario.

«Me parece algo muy triste que pasen estas cosas en un sitio tan turístico como es Ibiza. En nuestro caso veníamos con la intención de pasar una buena mañana en la playa y se ha quedado en eso, en un simple paseo para ver las vistas y marcharnos a continuación a otra parte. La imagen que se está ofreciendo para los visitantes es muy negativa. A pesar de que la playa me parece muy bonita, la situación actual en la que está no invita, desde luego, a quedarse aquí».

Asimismo, Bartolo Torres, un vecino de Ibiza de avanzada edad, señaló que «lo que ocurre aquí con la bandera roja por culpa otra vez del emisario es lamentable. Todo esto que está pasando es nefasto para la imagen de la playa de Talamanca y de Ibiza entera. Todo esto ha pasado por no mantener la vigilancia sobre los barcos durante un mes más hasta que empezara a funcionar el nuevo emisario. Creo que esto va a caer por su propio peso y que tendrán que hacer después una buena campaña para lavar la mala imagen que se está creando de esta playa».

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Ana Marco, residente en Ibiza, apuntó que «la imagen que se está dando de Talamanca de cara a los visitantes me parece terrible y horrorosa. Es una situación muy contradictoria que se venda Ibiza como un destino de calidad cuando cada año pasan aquí cosas como ésta de la bandera roja por las fugas del emisario. Aquí, por mucho que digan, no se fía nadie ahora mismo de bañarse. Y mucho menos si se viene con niños. Nosotros nos vamos a buscar otro sitio».

Valvanuz Morales, recién llegada desde Cantabria, opinó que «venir hasta aquí y no poder bañarte porque dicen que hay fugas de aguas fecales suena fatal. Pienso que todo esto debe afectar negativamente a la imagen que se ofrece de esta playa. Es algo que no se entiende muy bien, que te hablen de un turismo de calidad y que luego vengas a Ibiza y te encuentres con estas cosas».

En lo que respecta a la manera en que está afectando la bandera roja a los establecimientos que se encuentran en Talamanca, así como las consecuencias que les puede estar acarreando para sus negocios, Toni Torres, gerente del restaurante El Pulpo, indicó, a título personal, que «es el primer fin de semana de julio y la playa está completamente vacía. La gente me está llamando para preguntar por lo del emisario y están cancelando las reservas de mesas que tenían hechas. Gente que me venía asiduamente o casi a diario ya no viene al restaurante porque se sienten incómodos por no saber el grado de contaminación que tiene aquí el agua».

El viejo emisario se rompió el jueves, lo que aceleró la puesta en marcha de la nueva tubería, que empezó a funcionar ayer. El jueves, Vila extrajo muestras para evaluar la calidad del agua y los resultados fueron que no era apta para el baño, razón por la que el Ayuntamiento decidió mantener l bandera roja todo el fin de semana. El sábado se tomaron nuevas muestras cuyos resultados es previsible que estén hoy.