El debate sobre el reflotamiento del ‘Don Pedro’ ya se había iniciado cuando todavía no se había conseguido sellar la última grieta por donde salía fuel del mercante de Iscomar. Las entidades ecologistas reclamaban sacar el buque del agua para evitar daños en el ecosistema marino pero la comisión de seguimiento del hundimiento del ‘Don Pedro’ decidió finalmente dejarlo en el fondo del mar.

En febrero de 2009 se presentaron en Ibiza las conclusiones de un estudio encargado a la empresa noruega Der Nortske Veritas (DNV) por Marina Mercante, que concluyó que reflotar el barco entrañaba más riesgos para el entorno que dejarlo donde está. De hecho, y a pesar de su cercanía con la bocana del puerto, al estar hundido a 45 metros de profundidad no supone ningún problema para el tráfico marítimo ni tampoco para el medio ambiente.

Las escuelas de submarinismo son las que han conseguido sacarle un mayor provecho al hundimiento del ‘Don Pedro’, ya que no es fácil poder bucear cerca de un pecio de estas dimensiones (143 metros de eslora) en el Mediterráneo. «Es una de nuestras inmersiones más solicitadas, es espectacular, aunque no es apta para todos los niveles debido al nivel de profundidad», asegura Paulo Ramos, propietario de Scuba Ibiza, situada en el puerto deportivo de Marina Botafoch.

Las inmersiones al ‘Don Pedro’ han ganado este año un enorme atractivo ya que, como explica Ramos, el casco de la bodega se ha roto y los submarinistas ya pueden bucear en su interior. «Creemos que fue por culpa de los dos temporales que hubo a principios de año», señala Ramos, quien afirma que el agujero abierto es de 10x15 metros y que en su interior se pueden observar seis contenedores completamente chafados por la presión sufrida bajo el mar junto a sus plataformas que se encuentran en el fondo del buque al haberse desprendido de sus enganches.

Ramos recuerda aquel miércoles 11 de julio de 2007, el día del naufragio: «Nos afectó mucho porque tuvimos muchas cancelaciones y las informaciones que se ofrecían decían que todo estaba lleno de petróleo cuando no era verdad».

Medios de comunicación

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Precisamente, el papel de los medios de comunicación durante los días posteriores al accidente ha sido muy cuestionado por protagonistas que vivieron de cerca aquel episodio. Xico Tarrés había tomado posesión como nuevo presidente del Consell d’Eivissa dos días antes. «Tengo muy mala memoria pero recuerdo que me llamaron a las seis y pico de la mañana y que yo todavía no había comenzado a ejercer como presidente, creo que, de hecho, todavía no había pisado el despacho, y me puse inmediatamente en contacto con el Govern», donde la socialista María Ángeles Leciñena ocupaba la Conselleria d’Interior y la ibicenca Cristina Ferrer era la directora general d’Emergències, encargadas de la gestión del accidente y de buscar por todos los medios barreras anticontaminación para que las manchas de fuel no llegasen al litoral.

Tarrés recuerda «con enfado» la llegada masiva de periodistas a Ibiza procedentes de todo el país «hablando de chapapote». «Hicimos una rueda de prensa en Platja d’en Bossa y una periodista vasca nos hablaba del chapapote que había delante de nosotros, en la playa, y de las aves marinas cubiertas de petróleo. Me acerqué y le expliqué que aquello negro era posidonia y que el pájaro en cuestión era un cormorán con su plumaje negro», explica el ahora diputado autonómico.

Otra de las personas que tuvo un papel importante hace diez años fue Roberto Hortensius, presidente de la Federación Hotelera, quien también se muestra muy crítico con la cobertura mediática del accidente. «Vinieron medios de por todas partes y había interés en dar la imagen de catástrofe. Tuve que atender a un montón de periodistas y transmitir el mensaje de que aquello no era el ‘Prestige’ porque los hoteleros de la zona temían una cancelación masiva de reservas», cuenta el hotelero de Sant Antoni.

Hortensius también explica que los hoteleros temían que Mariano Rajoy, entonces líder de la oposición, «viniera a Ibiza a hacer campaña, pero la verdad es que desayunamos con él, fue muy razonable y nos aseguró que la situación estaba controlada».

EL DETALLE

Uno de los pecios más grandes del Mediterráneo y a poca distancia del puerto

Desde hace una década la inmersión hasta el Don Pedro es una de las más demandadas por los buceadores expertos, ya que no es fácil encontrar pecios del tamaño del buque de Iscomar (143,5 metros) en el Mediterráneo que estén hundidos a una profundidad tan asequible (máximo de 45 metros). El propietario de Scuba Ibiza, Paulo Ramos, asegura no obstante que en esta zona la visibilidad es de tan solo 15–20 metros en el 80% de las ocasiones. «Lo curioso es que está hundido a 400 metros de es Daus, donde allí casi siempre
hay buena visibilidad». Ramos apunta que la vegetación ya ha colonizado todo el caso y que el nombre del barco ya no es visible.