Imagen de archivo de unos turistas paseando por el passeig de ses Fonts. | Archivo

Lejos ha quedado el acuerdo alcanzado hace un año por el Ayuntamiento de Sant Antoni y la Federació de la Petita i Mitjana Empresa d’Eivissa i Formentera (PIMEEF), que permitía que los feriantes colocasen sus puestos en el puerto durante la feria de Sant Bartomeu, aunque su duración se redujo de 30 a 15 días.

Ahora la situación es distinta y el destino elegido para los puestos está en una zona habilitada en Ses Variades, junto al mercado payés; una localización que los feriantes no aprueban. «Este año no vamos a poner los puestos. Se trata de un lugar totalmente apartado de la zona de verbena y del conjunto de la fiesta que tiene lugar en la zona del passeig de ses Fonts y zona portuaria, donde siempre hemos instalado nuestros negocios», explicó ayer a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA Rafael Bonilla, uno de los feriantes. Y es que alejar los puestos también supone una pérdida económica que muchas familias no se pueden permitir. «Vivimos de esto.

Tenemos fiestas sueltas, pero estos días de agosto eran fundamentales», explicaba Bonilla, al tiempo que decía no entender la decisión del Ayuntamiento. «Puedo entender que nos muevan del paseo marítimo al puerto, pero no que nos quieran quitar de este cuando hasta tenemos el permiso de Puertos de Baleares. No tenemos problemas de seguridad y siempre hemos cumplido con todas las normas».

Los feriantes se quejan de que la zona de ses Variades no cuenta con un punto de luz de alto voltaje y tendrían que contratar, de manera adicional, un generador que molestaría a los vecinos y por el que pagarían 1.200 euros, cuando Bonilla asegura que han estado pagando alrededor de 400 euros años anteriores.

Por su parte, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Sant Antoni asegura que el objetivo siempre ha sido que tanto el passeig de ses Fonts como el marítimo sean espacios libres de obstáculos por los que se pueda pasear. El Consistorio pretende, además, descentralizar las actividades que se concentran en el paseo para dar vida a otras zonas del núcleo urbano, motivo por el cual el año pasado se tomó la decisión de trasladar el mercadillo de artesanía a la plaza de s’Era d’en Manyà, planteamiento que sigue en pie y que se llevará a cabo cuando puedan acometer la remodelación de esa plaza.

Desde el Ayuntamiento aseguran que el programa de fiestas se ha descentralizado este año por lo que el número de eventos que se celebren en el paseo será muy reducido, ya que la mayoría se han programado en ubicaciones como la plaza Nord, s’Era d’en Manyà, Caló des Moro y ses Variades, donde se llevarán a cabo diferentes conciertos además de la fiesta Club Supergarrits y el Festival del Color (Holi). Así, dicen, esta zona reunirá el suficiente atractivo comercial.

LA NOTA

El Ayuntamiento no cambia su postura inicial

Después de las dos reuniones mantenidas entre ambas partes, la decisión final ya está tomada. Los puestos se colocarán en Ses Variades y son los propios feriantes los que tienen la última palabra. En este caso, ya han decidido que este año no participarán en la feria de Sant Bartomeu.

«Llevo 28 años colocando mi puesto y tengo compañeros que superan los 40 años, sin fallar ni uno solo, menos este, que no iremos», decía Rafael Bonilla, uno de los feriantes. Desde PIMEEF aseguran que el Ayuntamiento de Sant Antoni desconoce la actividad de su sector y la tradición de una fiesta popular como esta, en la que los más afectados, dicen, serán los niños.