La plaza de la Constitución de Sant Francesc fue ayer el centro neurálgico de las celebraciones de la diada de Formentera. Los actos se iniciaron a las 20 horas con una misa oficiada por el obispo de las Pitiusas, Vicente Juan Segura, en honor a Sant Jaume a la que siguió una exhibición de ball pagès a cargo de los miembros de las colles de es Pastorells y es Xacoters.

Sin embargo, el plato fuerte de la jornada fue el concierto que llenó la céntrica plaza del pueblo a cargo de Ressonadors, quienes tuvieron como teloneros al grupo local Spioks y a los ibicencos Blues Màfia i es Saligardos.

La Televisió d’Eivissa i Formentera también trasladó ayer su plató a la plaza de la Constitución, desde donde emitió su programa TEF Notícies, ayer presentado por la periodista Amàlia Sebastián. El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, y el líder de Ressonadors, Joan Barbé, fueron entrevistados en directo durante el informativo.

Los premiados

BARTOLO JUAN / Director Hostal Fonda Rafalet

Hostal Fonda Rafalet, Premi Sant Jaume 2017

Sesenta años de dedicación a un negocio bien valen un reconocimiento, y por eso la Fonda Rafalet de Es Caló de Sant Agustí ha sido elegida este año como merecedora de un Premi Sant Jaume, distinción que se recibe como todo un honor por parte de Bartolo Juan, corresponsable del Hostal, «estamos muy contentos de recibir este premio por nuestro trabajo y dedicación al turismo desde hace tanto». Un ‘tanto’ que empezó seis décadas atrás el bisabuelo de Bartolo. «Esto lo empezó mi ‘regüelu’ como una pequeña tienda en la que se vendía un poco de todo, desde frutas a cazuelas de barro pasando por escobas, cestas, harina, aceite, arroz, sobrasada o legumbres, después mi abuelo lo habilitó como fonda, mi padre amplió el negocio y yo ya represento la cuarta generación y mi hija será la quinta», comenta Bartolo, que nos confiesa el secreto del buen funcionamiento del negocio familiar durante un periodo tan largo y que «pasa por dedicarle el tiempo que se merece y la cura que le corresponde, aunque estar en un sitio privilegiado también ayuda mucho, claro». En todo caso, el éxito de Can Rafalet ha pasado de generación en generación. «Empezaron viniendo catalanes que veraneaban en Ibiza a veranear y venían en barca a Formentera a pasar una o dos jornadas hospedándose aquí. Poco a poco fue corriéndose la voz y actualmente tenemos clientes que hace 35 años que vienen. Venían padres con hijos y ahora ya vienen con los nietos. Son clientes de toda la vida que repiten verano tras verano», concluye Bartolo.

ANTONIO JESÚS SANZ / Subdirector de Gestión y Servicios Generales

Medalla d’Or de Formentera al Colectivo profesional de la salud de Formentera

El Colectivo de profesionales de la salud de Formentera es el merecedor este 2017 de la mayor distinción otorgada por el Consell: la Medalla d’Or. Un reconocimiento que llega en el décimo aniversario de la inauguración del nuevo hospital y que para Antonio Sanz, subdirector de gestión del centro, «es un orgullo. La verdad es que todo el mundo está muy emocionado por un reconocimiento a toda una década de trabajo desde que se inauguró el hospital el 12 de febrero del 2007», dice Antonio, que reconoce el avance que se ha producido en la isla con el nuevo centro. «La calidad de la asistencia sanitaria que se da ahora en comparación a diez años atrás, es exponencialmente diferente. Los últimos años hemos ampliado la cartera de servicios y el número de pruebas a hacer desde aquí para evitar los desplazamientos de nuestros pacientes a Ibiza y estamos trabajando en la próxima incorporación del TAC a finales de año. Todo esto redunda en que los formenterers estén más bien atendidos. Además, es importante resaltar la posibilidad de poder nacer y morir en Formentera con una calidad sanitaria digna».

El colectivo de profesionales de la salud de Formentera lo forman actualmente unas 112 personas entre médicos, enfermeros, auxiliares, administrativos, celadores, técnicos de rayos y laboratorio, fisioterapeutas, matronas...»todos hacemos falta, incluso los servicios auxiliares, como el personal de limpieza, de mantenimiento, de cocina, de ambulancias,… todos juntos, trabajando como si fuéramos una familia, hacemos posible la asistencia que tenemos ahora mismo en Formentera», asevera Antonio con orgullo, que se propone como objetivo seguir en pos de acercar la asistencia al paciente de la isla así como aumentar la oferta de servicios a desplegar en el centro.

PILAR CASTELLÓ, docente

Premi Sant Jaume 2017

Pilar recibió el premio con sorpresa. «Nunca me había pasado por la cabeza que me concederían el Premi Sant Jaume. Fue en esta misma terraza de casa, vino el president del Consell y algunos consellers y me dieron la noticia», explica esta docente.

«Toda mi vida me he sentido muy privilegiada porque trabajé primero de funcionaria en el ayuntamiento y cuando se hizo la Escola Lluís Ferrer, como estudié magisterio y había una plaza, me fui ahí a trabajar como maestra», cuenta Pilar. «Entré en el año 88, en el 94 me nombraron directora del centro y estuve hasta el 2015, que es cuando me jubilé. He intentado siempre hacer lo que tocaba, unas veces mejor y otras peor, como todo el mundo», explica con cariño sobre su trayectoria docente. Pilar repasa los cambios que ha vivido el mundo educativo desde ese lejano 1988 en que empezó en el Lluís Andreu: «Ha cambiado todo porque la sociedad también ha cambiado. El sistema educativo, en este país, cambia cada dos por tres, han variado las metodologías, los medios, las herramientas…», recuerda Pilar. También el alumnado ha cambiado en tantos años dedicados a la docencia: «Ahora hay un tanto por ciento elevadísimo de alumnado originario de otras regiones y países, tienes culturas muy diferentes, aunque los niños se integran bien los unos con los otros, los problemas los tienen más los adultos. Si has de atender la diversidad, has de cambiar un poco da hábitos y contar con personal de refuerzo», comenta Pilar, que apunta que el mayor problema en la actualidad es la masificación de las aulas.

Agradece Pilar haber podido trabajar con personas, un material sensible que da muchas recompensas, aunque, «gastas muchas energías y a veces me iba a dormir preocupada, pensando en tal u otro alumno que no acababan de funcionar y en cómo ayudarles».

MANU SAN FÉLIX, biólogo marino

Manu San Félix, hijo adoptivo de Formentera

Su trabajo de investigación y de difusión del medio marino como biólogo, así como especialmente su lucha en la concienciación sobre el valor de las praderas de posidonia y la necesidad de protegerlas, han hecho merecedor a Manu San Félix de la distinción de Fill Adoptiu de Formentera. «Que te hagan hijo adoptivo con 52 años rejuvenece», confiesa Manu sonriente. «La verdad es que lo recibí con muchísima sorpresa. Me emocionó mucho y me llenó de alegría», reconoce este biólogo marino, así como autor de reportajes y fotógrafo profesional. «Espero no defraudar en el futuro y hacer honor a un nombramiento que para mí es muy importante, porque llevo aquí 25 años y tengo un compromiso personal con la isla que ojalá lo tenga aún mucho tiempo», explica. Un compromiso que lleva a San Félix a denunciar el peligro que corre ahora mismo nuestra mar, «con mi trabajo y con lo que veo, intento sumar, sueño con que la mar de Formentera pudiera volver a la situación de hace 50 años, una cosa que yo ya no he vivido, pero que sí que he hablado con las personas mayores que sí que vieron este mediterráneo pleno de salud muy diferente del que tenemos ahora», y es que según este biólogo nacido en Madrid aunque medio criado en Lekeitio. «Hemos perdido muchísimo en muy poco tiempo y lo curioso es que no nos hemos dado cuenta. Antes, venían los romanos, echaban el ancla y no pasaba nada, pero ahora miles de barcos a lo largo de la temporada. Son miles de huellas, miles de pequeños y medianos impactos que sumados significan una presión enorme. Ahora importa todo los que hacemos cada uno a la hora de no solo preservar lo que nos queda, sino de recuperar lo que hemos perdido», asegura Manu San Félix, que apuesta por la concienciación y un necesario cambio de hábitos que pasa por dejar de esquilmar la mar utilizando métodos de pesca menos agresivos o renovar infraestructuras caducas y contaminantes como la vieja depuradora. Según San Félix, si no somos capaces de revertir la situación actual, acabaremos con unos fondos marinos huérfanos de vida y biodiversidad.

EUGENIO DE LA DUEÑA / Responsable del Club Dojo Formentera

Club Dojo Formentera, Premi Sant Jaume 2017

El Club Dojo Formentera ha sido galardonado con un premi Sant Jaume en reconocimiento a su gran labor en la introducción de las artes marciales en la isla, en primer lugar, del kararte en 1982, al que se añadieron el judo, el aikido, el jiujitsu, o el kendo, disciplinas que promueven valores como el compañerismo y el esfuerzo. Para Eugenio de la Dueña, actual responsable del club, «es un premio que nos han dado al club y, supongo, un reconocimiento a mi labor durante muchos años por la sección de judo». El Dojo empieza en el año 82 como iniciativa de Jaume Verdera y Carlos Tur con la sección de karate. Poco después, Eugenio propone sumarle una sección de judo, «como yo había hecho judo, hablé con ellos para poner la nueva sección, y ahí fue como se amplió la oferta de artes marciales del club».

El Club Dojo Formentera tiene actualmente cinco secciones, y han sido innumerables los formenterers que se han formado en alguna de ellas, como los Consellers Rafa González o Jordi Vidal, Xicu Ferrer, presidente del Formentera, Cristina Ferrer o Manolo Mayans, «que estuvo dos años en el centro de alto rendimiento en Madrid y consiguió medalla de plata en el campeonato de España», dice Eugenio.