La Policía detuvo y puso en libertad ayer al hombre que golpeó con un martillo e hizo una inscripción en la lápida que recuerda al centenar de asesinados durante la Guerra Civil. El joven es natural de Ibiza.

El Obispado de Ibiza y Formentera presentó ayer una denuncia ante la Policía donde se relata que los hechos se produjeron sobre las 9.30 horas cuando una de las religiosas de la Catedral de Ibiza pudo observar cómo un varón accedió al interior del templo para dirigirse a la lápida y, con un martillo, comenzó a golpearla. Tras dañar la lápida usó un aerosol y escribió las palabras «Vergonya ke sagna» (vergüenza que sangra).

La denuncia explica que en la lápida aparecen los nombres de un centenar de mártires enterrados en la Catedral, que fueron asesinados el 13 de septiembre de 1936 por milicias republicanas, casi al inicio de la Guerra Civil.

Tras pintar sobre la lápida, el autor del acto vandálico abandonó la Catedral e intentó esconderse en las proximidades del templo, pero fue localizado por una persona que vio cómo escapaba. El obispo de Ibiza, Vicente Juan Segura, escuchó el altercado y acudió hasta el lugar donde se encontraba al vándalo y tuvo tiempo de fotografiarle, una imagen que fue entregada a la Policía para que pudiera identificar al responsable de la pintada con el fin de detenerlo.

Sin embargo, el joven pudo escapar y, en la explanada de la Catedral, fue interceptado por otra persona, un turista francés que lo pudo contener unos segundos hasta que el sujeto escapó. Sin embargo, el turista sí logró arrebatarle la mochila, donde había algunos objetos personales. La mochila fue entregada a los agentes policiales que acudieron hasta el lugar de los hechos.

La denuncia presentada por el Obispado de Ibiza especifica que los daños provocados a la lápida pueden rondar los 2.500 euros. El autor de la pintada fue detenido a última hora de la tarde, declaró ante los policías, y posteriormente fue puesto en libertad.