El Consejo de Administración del Puerto Deportivo Botafoch felicitó ayer a la Junta Directiva del Club Náutico Ibiza por haber sido adjudicataria del concurso de esta concesión por 35 años más. El director del Puerto Deportivo Botafoch, Pepe Roselló, recordó que esta marina se encuentra a la espera de que se le amplíe y prorrogue la concesión y confía en que «no se dilate tanto el proceso como en el caso del CNI».

Así, Roselló matizó que, aunque se trata de dos proyectos y modelos de gestión distintos, «la esencia de ambos es muy similar ya que defendemos intereses y motivaciones comunes». «Tenemos un proyecto amable y respetuoso con nuestro entorno y que es sin duda la apuesta más económica y accesible para los amarristas», agrega.

En esta línea, Roselló considera que «es necesario recuperar el espíritu familiar y cercano que tuvo este puerto en sus orígenes» y que, por ello, «la prórroga de la actual concesión es la mejor garantía para aquellos titulares que verdaderamente disfrutan del mar, con un modelo de gestión que aboga por el respeto a la legalidad y sin margen a los abusos».

El responsable del Puerto Deportivo Botafoch ha remarcado estar «convencido de que alcanzaremos un acuerdo con Autoridad Portuaria en la renovación de nuestra concesión, que es lo que todos queremos, apostando por una marina de puertas abiertas para el ocio y esparcimiento de los ibicencos y los residentes los 365 días del año».

Con respecto al proyecto básico presentado por la actual concesionaria a la Autoridad Portuaria para su renovación, actualmente en trámite administrativo, su pretensión es revitalizar y modernizar la marina con precios acordes a la inversión y tasas y cánones a pagar, procurando que sean accesibles para el usuario tanto en el mar como en tierra y proponiendo el esponjamiento y la revitalización de la zona comercial sin ningún crecimiento en cuanto a la edificabilidad.

El proyecto contempla la creación de una marina seca automatizada para albergar un mayor número de embarcaciones de pequeña eslora, «una solución más ecológica y respetuosa con el medio ambiente, que facilita el mantenimiento de las embarcaciones y que, en definitiva, hace el mar más accesible al pequeño amarristas, sin perjuicio de que aquel que lo desee pueda ocupar un espacio de agua en el puerto», concluyó.