Imagen de archivo del hospital de Formentera, donde han aumentado las urgencias atendidas.

El Hospital de Formentera atendió hasta el pasado 31 de julio un total de 10.486 urgencias, un 4,3 por ciento más que en los primeros siete meses del año 2016, cuando se atendieron 10.057 casos.

Según informó el Área de Salud de Ibiza y Formentera, este incremento ha supuesto en números absolutos un ligero aumento de 430 urgencias en el volumen global.

Por meses, enero fue el mes en el que se atendieron menos urgencias, con 796 casos (738 en 2016), seguido de febrero con 909 (816 en 2016).

El pasado marzo se atendieron 1.114 urgencias (1.318 en 2016); en abril 1.357 urgencias (1.085 en 2016); en mayo fueron atendidas 1.690 (1.528 en 2016); 2.029 en junio (1.991 en 2016) y 2.591 en julio (2.581 en 2016).

La media diaria del servicio de Urgencias del Hospital de Formentera en los primeros siete meses del año es de 49,4 urgencias por día, aunque ha alcanzado la cifra de 83,5 urgencias diarias en julio.

Hasta ese mes se han superado el centenar de urgencias por día sólo en 6 ocasiones: los días 13, 18, 22, 25, 29 y 30 de julio. El día 13 de julio se alcanzó, hasta el momento, el pico máximo de atención con 106 urgencias.

El aumento de las urgencias de los últimos años ha motivado el incremento de recursos para este servicio durante los meses de julio y agosto entre las 09.00 y las 21.00 horas.

Más tiempo

Este año como novedad, el período de refuerzo se ha ampliado en quince días.

Ya desde el 24 de junio la plantilla médica se incrementó con dos facultativos más y pasará de los 11 facultativos que la componen habitualmente a los 13 que hay en los meses de temporada alta.

Los objetivos de este refuerzo son garantizar tiempos de espera óptimos y contar con la presencia constante de dos equipos médicos y de enfermería en el hospital.

LA NOTA

Intensifica el control sobre la oferta ilegal

Por otra parte, y con la entrada en vigor de la nueva Ley, el Departamento de Turismo ha intensificado el control sobre las actividades de alquileres turíticos irregulares.

La primera medida impulsada por el Consell ha sido iniciar una nueva remesa de notificaciones a comercializadores de alquileres de la obligatoriedad de mostrar el número de registro de la actividad turística.