Las precipitaciones de esta semana han sido muy bien recibidas en el campo de Formentera. Después de cuatro meses sin casi lluvia, las precipitaciones de estos dias permitirán avanzar la campaña del forraje y el cereal, aunque pueden suponer un problema para los higos y la uva.

Está claro que nunca llueve a gusto de todo el mundo y que en plena temporada vacacional, en un enclave donde prima la oferta de sol y playa, tormentas y una media de 80 litros por metro cuadrado de precipitación acumulada pueden ser un engorro.

Ese sería el vaso medio vacío. El medio lleno corresponde a la tierra, eso que pisamos alegremente y que nos sustenta junto al resto de la fauna y flora de las Pitiüses. La tierra, el paisaje y el campo, en este caso, han agradecido la lluvia. «No esperábamos lluvias durante todo el verano», comenta Carles Marí, gerente de la Cooperativa del Camp de Formentera, «llevábamos casi cuatro meses sin una gota y los campos tenían mucha falta de agua. Generalmente ha ido muy bien, tenemos constancia de que ha habido puntos con precipitaciones de entre 80 y 100 litros que hacían mucha falta». Hay algunos frutos que, eso sí, pueden resultar afectados negativamente por las últimas lluvias, «sobre todo el higo blanco, que es el que más abunda en esta época, se pudre directamente en la higuera y ya no se pueden usar ni para secar ni para comer», señala Marí, que apunta que la uva, que ha empezado a vendimiarse a inicios de agosto para algunas variedades, puede sufrir también una merma cualitativa. «Puede provocar que la uva que no se recoja los próximos días se pudra, o que las parras absorban parte del agua precipitada y esta acabe en los racimos en un momento en que en teoría la uva debería tener menos cantidad de agua. Si se hincha la uva, puede disminuir la calidad del vino que se produzca».

Las lluvias sí que han sido un gran presente para la futura temporada del cereal. «Estábamos esperando que hiciera alguna precipitación para empezar a labrar el campo y con el agua caída, a partir de la semana que viene, ya podremos empezar a trabajar los terrenos de cara a la campaña de cereal de otoño e invierno», asevera en gerente de la Cooperativa insular, que se muestra optimista y espera que las lluvias, con mesura, continúen regando el campo de Formentera.