La temporada estival entra en su recta final y con ella llegan los primeros balances de cuentas para las empresas del sector servicios. La almendra central de la ciudad de Vila se ha estrenado este verano como un gran espacio peatonal integrado con las murallas de Dalt Vila, el puerto y el barrio de la Marina, pero la falta de aparcamiento y de un transporte público eficiente ha repercutido negativamente en muchos negocios, según las opiniones recabadas ayer entre numerosas tiendas comercios de Vara de Rey y la plaza del Parque.

La peatonalización de ambos espacios ha beneficiado, en términos generales, a la hostelería. Sobre todo en el bulevar de s’Alamera, donde las terrazas son el producto estrella de la temporada. En la plaza del Parque, en cambio, existe un gran malestar por la ausencia de sombras, las dificultades para limpiar el nuevo pavimento o la falta de clientes durante el día a consecuencia, dicen, de la falta de aparcamiento. «Por la mañana no hay nadie, la gente no llega hasta aquí. Antes tenían, a un lado, plazas de aparcamiento y venían a desayunar, pero ahora nada. Hemos bajado entre un 40 y un 50% las ventas en la cafetería y la terraza», lamenta uno de los empleados del icónico Hostal Parque.

Las tiendas y comercios son los principales afectados en el estreno de la nueva Vara de Rey. Así lo atestiguaron trabajadores de Cas Domingo, Yonkiecorner, Napapijri, Vila Vins o la Librería Vara de Rey, donde afirman sentirse muy perjudicados por el hecho de no disponer de sus tradicionales expositores de revistas y prensa internacional.

En dichos negocios consideran que la peatonalización les resta visibilidad en favor de las terrazas y declaran un descenso en su actividad.

A favor de los cambios

En cambio, otros negocios como la Armería Balanzat o la zapatería Angel’s defienden la reforma y aseguran mantener en niveles óptimos sus márgenes de beneficio. «A nosotros nos está yendo bastante bien y nos ha favorecido la peatonalización. Tenemos mucho género y de diferentes precios y la temporada está siendo fuerte desde abril. Pero parecemos los únicos de Vara de Rey porque la gente de alrededor se está quejando de que el verano es más flojo», señalan desde calzados Angel’s.

Los bares y restaurantes, por su parte, son los grandes beneficiados, como sostiene el personal de la heladería Gelato o del restaurante Ca’n Alfredo. Su propietario y presidente de Pimeef Restauració, Joan Riera, cifra en un 10% el incremento de las ventas en el sector respecto a la pasada temporada. «Yo estoy recogiendo opiniones de todo el mundo, y el comercio es el que se queja porque dice que no entra la gente. En la hostelería yo creo que todos en Vara de Rey estamos satisfechos», explica Riera, quien atribuye la posible falta de clientes «a precios desmesurados». «Tú puedes cobrar lo que quieras, pero el producto o servicio que des tiene que ir en consonancia. Si tienes un producto de calidad, que además es un producto de moda y tiene buen precio, funcionará. Está todo inventado», puntualiza.

LA NOTA

El Hostal Parque, indignado

Uno de los negocios más crispados con las reformas del Ayuntamiento es el Hostal Parque. El cambio de ubicación de la terraza ha generado pérdidas de hasta el 50%, según sostienen en el establecimiento, que asegura haber prescindido para esta temporada de ocho trabajadores, pasando de 24 a 16. «El cliente de toda la vida no entiende que hayan quitado la terraza. La temporada está yendo fatal», lamentan.