La playa de Caló d’en Serral permaneció acordonada en su totalidad durante todo el día ayer después de que el jueves, a primera hora de la mañana, el colector fallase y estuviese vertiendo aguas fecales al mar. La empresa concesionaria de las tuberías confirmaba ya en la mañana de ayer la reparación de la avería que fue más «complicada» de lo que los técnicos creyeron en un primer momento y que se solucionó gracias al trabajo continuo de dos camiones Brillant durante toda la noche. «El problema es que cuando se diluye el vertido en el mar ya no se puede sacar», apuntaba Neus Marí, consellera de Medi Ambient, que se acercó a la playa para conocer la situación que, bajo su punto de vista, es «más complicada» al estar el sistema de saneamiento tan cerca del mar.

Desde el Ayuntamiento aseguran que están haciendo «muchísima presión» al Govern balear para que se haga un cambio en el sistema de saneamiento que se encuentra, en este momento, en malas condiciones y acusado por el paso del tiempo. «Hemos mandado muchas cartas al Govern para que haga el cambio de colectivos, de emisarios... y dicen que están trabajando en ello. Sí que están haciendo pequeñas obras, pero se necesita una obra de carácter general», señalaba.

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No es la primera vez que esta playa sufre los fallos de los sistemas de bombeo y, por ello, el proyecto presentado en común hace unas semanas por parte del Ayuntamiento de Sant Josep y Sant Antoni para rehabilitar el litoral de la bahía prevé renovar el sistema de saneamiento «con la idea de que vaya por debajo del paseo y no por encima», decía ayer la consellera.

El Consistorio confirmaba ayer que la playa seguirá acordonada ya que «los análisis que se hicieron ayer (por el jueves) eran positivos, pero ahora ya saldrán negativos. Aún así hay que esperar un poco, unas 48 horas».

Por su parte, los empresarios de la zona siguen pidiendo una solución definitiva que no de pie a más vertidos y que permita a los turistas ir a la playa «sin tener que aguantar olores». Aún así, durante el día de ayer se podía ver a algunas personas pasear por Caló d’en Serral y el restaurante que está en primera línea de playa permaneció abierto para todo aquel que quisiera acercarse.