«No sé si es que estamos hechos de otra pasta pero sí que te tiene que gustar mucho el mundo de la emergencia. Asistimos a las personas probablemente en uno de los peores días de su vida pero es muy gratificante hacerlo». Ángel Crespo, coordinador médico del 061 en Ibiza y Formentera, define así el trabajo de los profesionales sanitarios que, cuando salta la alarma, van volando a bordo de una ambulancia a asistir a personas que han sufrido un accidente de gravedad o un episodio agudo de una enfermedad.

Crespo, junto a la enfermera Mónica Álvarez y el técnico en emergencias Alejandro García, forma parte del equipo de la ambulancia de soporte vital avanzado, más conocida como UVI móvil, de Santa Eulària. Un hospital en miniatura sobre cuatro ruedas con el personal básico y el material necesario para atender a un paciente que se encuentra en estado crítico. Desfibrilador, férulas para inmovilizar a pacientes con fracturas traumáticas, sistemas de infusión de medicación o de ventilación mecánica e incluso material para colocar un marcapasos externo son algunos de los instrumentos con los que cuentan.

Esta es la parte más satisfactoria de su trabajo aunque no siempre lo consiguen: «Intentamos hacer todo lo posible para salvar la vida de una persona pero hay veces que, por las lesiones o el tipo de patología, no es posible y eso siempre es una decepción», cuenta el coordinador médico que trabaja desde hace 18 años en el 061 en Ibiza desde su creación en 1999.

Los facultativos que están al frente de cada UVI móvil son médicos de familia que tienen que enfrentarse a cualquier tipo de emergencia, incluidos los partos. Ángel Crespo señala que ha atendido dos a lo largo de su carrera: uno en la casa de una mujer y otro a bordo de la ambulancia que tuvo que parar en la autovía de Sant Antoni a la altura de Sant Rafel porque el bebé no pudo esperar a llegar a Can Misses.

«Lo importante en una emergencia es hacer el diagnóstico rápidamente», afirma Crespo. Cada minuto es primordial para salvar la vida de una persona y hay que tener los nervios de acero para atender, por ejemplo, a un paciente semiahogado en medio de la arena rodeado de gente y de amigos y familiares angustiados. «Tenemos que atender situaciones muy adversas en un ambiente hostil donde es muy importante la capacidad de respuesta», afirma la enfermera Mónica Álvarez, una asturiana de 32 años que ha venido a Ibiza a trabajar con un contrato para el verano. «No tiene nada que ver con la atención en Urgencias de un hospital donde tienes todos los medios y la ayuda de más compañeros», añade.

La nueva UVI móvil de Santa Eulària ha permitido acortar el tiempo en la asistencia en las urgencias del norte de la isla, que antes tenían que ser atendidas por la ambulancia de soporte vital avanzado de Ibiza, que tardaba un mínimo de 12 minutos en llegar, o la de Sant Antoni, que hacía el trayecto en no menos de 20 minutos.
De conducir la ambulancia se encarga, entre otras cuestiones, el técnico en Emergencias, Alejandro García, el más joven del servicio con solo 25 años de edad, que destaca el «peligro» de conducir en verano por las carreteras ibicencas: «Hay que tener mucha precaución, sobre todo cuando llevas a pacientes. Es desesperante cuando estás con un servicio importante y el coche de delante no se aparta porque lleva la música alta», cuenta Alejandro, especialmente en casos de parada cardíaca donde «el tiempo es fundamental».

En Santa Eulària, las zonas con mayor número de atenciones son Cala Llonga, es Canar o Siesta y, aunque no son tan frecuentes los casos por intoxicación por drogas como sucede en Sant Antoni, abundan los accidentes de tráfico por la falta de seguridad en la carretera que une el municipio con Ibiza y otros ‘puntos negros’ como la carretera que une Sant Carles con s’Aigua Blanca.

La mañana junto a estos tres ‘ángeles de la guarda’ de Santa Eulària acaba con solo dos servicios: a primera hora una falsa alarma por un infarto que resultó ser una gastroenteritis, y un traslado a Can Misses de un paciente grave que estaba en la UCI de la Policlínica. Un turno tranquilo, demasiado para el gusto de Mónica, una «apasionada de las urgencias» como ella mismo se define. Un ejemplo de estos profesionales sanitarios cien por cien vocacionales que salvan cada día muchas vidas.

LA NOTA

La UVI móvil de Santa Eulària ha hecho más de 300 asistencias en Santa Eulària desde que empezó el año

La ambulancia de Soporte Vital Avanzado (SVA) con sede en Santa Eulària ha realizado desde su puesta en marcha en junio del año pasado un total de 882 asistencias. Tras los seis meses que estuvo en funcionamiento en 2016, de junio a octubre, la UVI móvil de Santa Eulària volvió a reanudar el servicio este mes de marzo y, desde entonces y hasta el mes de julio, ha realizado más de 300 asistencias. La media de atenciones de la
ambulancia SVA de Santa Eulària es de casi tres casos diarios. De momento, funciona únicamente en horario diurno de 9 a 21 horas. En estos momentos existen 4 UVI móviles en las Pitiusas, en Ibiza, Sant Antoni, Santa Eulària y Formentera, además de 6 ambulancias de Soporte Vital Básico en Ibiza, Sant Antoni, Santa Eulària, Sant Joan y Formentera.