Los planes del Consell d’Eivissa no contemplan a corto plazo ampliar la planta de transferencia provisional de residuos de Ibiza y Formentera a pesar de los problemas de espacio que arrastra desde hace varios años.

Un equipo formado por un ingeniero de la organización medioambiental Ecoembes, un ingeniero de Saica, la empresa adjudicataria que gestiona la estación, un representante de Ecovidrio, entidad sin ánimo de lucro encargada de gestionar los envases de vidrio en España, y una técnica de Medio Ambiente del Consell d’Eivissa visitaron ayer la planta para comprobar ‘in situ’ el estado de las instalaciones y buscar entre todos algunas alternativas que permitan mejorar el funcionamiento de una planta saturada especialmente este verano.

Elba Montes, la técnica medioambiental del Consell, explicó que el objetivo de la visita era buscar «posibles soluciones para mejorar la eficiencia de la estación de cara a futuros años».

Aunque se están barajando diferentes opciones, la ampliación de la planta «no se prevé a corto plazo», tal y como señaló. «Estamos estudiando la posibilidad de ampliar la estación pero no sabemos si va a ser posible», afirmó. Por este motivo, la solución más probable es, de momento, cambiar la distribución de la prensa del cartón y de la zona de envases para permitir un mayor espacio libre en la planta.

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Sin embargo, el pasado mes de agosto, el conseller insular de Medi Ambient, Miquel Vericad, aseguró que se habían establecido contactos con el Ayuntamiento de Eivissa y GESA para cederles unos terrenos donde habilitar un punto temporal de depósito que aliviara la falta de espacio que, en varias ocasiones este verano, provocó colas de camiones de recogida de residuos que debían esperar para poder descargar.

La actual planta de transferencia de residuos, desde donde se envía el cartón y el plástico que se recoge en las Pitiusas a otros puntos de España para su reciclaje, se construyó en el año 2003 de manera provisional, por lo que hace años que está obsoleta y es insuficiente para albergar la creciente cantidad de residuos que se reciclan cada año y que este verano la colapsaron.

Algunos de los conductores de estos camiones aseguraron ayer que la medida adoptada recientemente de poner un turno de noche en la planta no solucionó el problema porque la mayoría acude a descargar por la mañana antes de acabar el turno. Además, se quejaron de la poca maniobrabilidad que, a causa de la falta de espacio, tienen para entrar en la estación entre los montones de residuos. «Hay veces que tenemos que salir marcha atrás entre todo el cartón porque no hay sitio», explicaron.

Aunque la situación de la planta no es tan grave como en agosto, en estos momentos todavía se forman colas de más de media hora para poder descargar los camiones de la basura.