Las boyas continúan señalizando la ubicación del viejo emisario en la bahía de Talamanca. | DANIEL ESPINOSA

La alarma saltó este fin de semana cuando un ciudadano denunció en redes sociales que un trozo del viejo emisario de Talamanca había salido a flote, algo que confirmó el Govern y que se debió al mal tiempo en el mar del sábado por la tarde, según explicaron desde el Ejecutivo autonómico. Una embarcación de Salvamento Marítimo se desplazó hasta la zona y colocó una boya luminosa con el objetivo de evitar cualquier impacto por parte de embarcaciones. Durante la jornada del domingo, un buzo se desplazó a inspeccionar la zona. La Conselleria de Medi Ambient del Govern decidió hundir el emisario de nuevo. «Se trata de una medida de emergencia, por seguridad marítima», precisaron ayer desde Medi Ambient del Govern.

Futuro

Ahora queda por ver cuál será el futuro de la vieja tubería, por lo que el Govern estudiará cuál es la solución más viable. El Ejecutivo autonómico no prevé, por el momento, sacarlo del mar ya que esto implicaría «problemas ecológicos por el tipo de material ya que este trozo de emisario es de polietileno, de una reparación anterior», precisaron desde Medi Ambient.

El nuevo emisario de Talamanca se puso en marcha el pasado 1 de julio, después de que el 28 de junio de 2016 el Govern declarara la emergencia de las obras y se encargara la ejecución inmediata de los trabajos, cuyo presupuesto fue de 7,2 millones. Con la puesta en marcha del nuevo emisario, el viejo dejó automáticamente de funcionar, pero se mantiene en el fondo de la bahía de Talamanca debido a que retirarlo sería peor a nivel ambiental, según mantiene el Ejecutivo autonómico.

El nuevo emisario de Talamanca, que sale por una zona de es Botafoc conocida como la Sala, puede soportar un caudal máximo de 4.000 metros cúbicos por hora, el doble que antes, en previsión de la construcción y puesta en marcha de la nueva depuradora de Ibiza.

El antiguo emisario de Talamanca, por su parte, tenía 32 años y estaba en muy malas condiciones, lo que ha generado durante muchos años la rotura de la tubería con los consiguientes vertidos. Sólo en el año 2015, el antiguo emisario de Talamanca se rompió cuatro veces. Estos vertidos provocaban el cierre de la playa al baño con bandera roja y la consecuente pérdida de ingresos para los negocios de la zona. Los vecinos y comerciantes denunciaron ante Fiscalía estos vertidos, pero al ver que se ponían en marcha las obras y se acometían los trabajos para instalar la nueva tubería retiraron la denuncia.