El reparto de los fondos recaudados con el impuesto del turismo sostenible y los nuevos baremos de la dotación establecida por el Govern balear en el acuerdo para traspasar a los consells la promoción turísticahan sido dos de las cuestiones más importantes de la semana a nivel político.

Ibiza parece que vuelve a perder peso a nivel autonómico frente al resto de islas, a pesar de ser la región con mayor impacto económico y turístico en proporción a su tamaño y su número de habitantes y turistas.Menorca recibirá más dinero que Ibiza y Formentera juntas para proyectos a financiar con los fondos de la mal llamada ecotasa. Cuesta entender que la mayor de las Pitiusas reciba apenas el 11,5% de la aportación total cuando es público y notorio que necesita una mayor financiación para mejorar sus infraestructuras y servicios.

También resulta cuanto menos llamativo que, a pesar de recibir el 20,7% del total para la promoción turística, ésta suponga tan solo el doble de la aportación que recibirá Formentera, una isla con una décima parte de la población que su vecina.

Ocurre que en verano Ibiza genera una cantidad de riqueza incalculable. Piensen en cualquier población española con alrededor de 150.000 residentes y piensen ahora en el poder económico de Ibiza durante los seis meses de temporada. Sólo con las propinas que deja el príncipe saudí en los locales de ocio de la isla podrían subsistir durante meses decenas de aldeas de la España profunda... De hecho Ibiza siempre es la locomotora de las islas, con un crecimiento medio anual del 3,5% del PIB.

Es realmente indescifrable la fortuna que genera Ibiza en verano y, sin embargo, la percepción de los residentes es que o bien ese dinero se evapora o bien queda en manos de unos pocos. El quid de la cuestión es que, probablemente, entre un 30 y un 40% de toda esa riqueza queda oculta bajo la alfombra de la economía sumergida. Se trata de dinero negro que huye de la caja común, ésa a la que sí contribuimos los asalariados y el grueso de la población de clase media-alta, media y baja de la isla.

Luchar contra la economía sumergida debería ser objetivo prioritario de todos por cuanto a todos nos afectan sus consecuencias. ¿No creen que Ibiza, por su músculo económico, debería estar a la altura de ciudades ‘superdotadas’, relucientes y modernas como Santander o San Sebastián? el dinero negro nos desangra.