Los centenares de asistentes a la feria pudieron degustar diferentes tapas cuyo ingrediente principal era el calamar. | MARCELO SASTRE / SARA AGUADO

La tercera edición de la Feria Gastronómica del Calamar de Sant Carles arrancó al mediodía de ayer con la puesta en marcha de los fogones y de las 18 collas participantes dispuestas a elaborar la receta ganadora en la plaza de la Iglesia de la población.

Tras el reclamo del año anterior, donde se agotaron las existencias en apenas una hora, esta nueva edición contó con una previsión de 5.500 tapas alargando la jornada hasta altas horas de la tarde y pese a la gran concurrencia de publico llegado de todos los rincones de la isla.

Aunque el día se presentaba nublado, la temperatura resultó ser agradable para poder disfrutar, no sólo del protagonista de la feria sino de música en vivo o hinchables para los más pequeños.

Sobre las collas hay que destacar que cada una de ellas faena el calamar en nuestras costas y no sólo participan cofradías sino también pescadores recreativos. Para disfrutar de una elaborada tapa de tan exquisito cefalópodo había que abonar cuatro euros para la tapa y dos euros la bebida. Y repetir cuantas veces se deseara porque en esta edición había calamar hasta para cenar. Tortilla de calamar, en tartaleta, al ajillo, al mejillón, encebollado, en bocadillo o rebozado. Juan Carlos, el presidente de la Asociación de Vecinos la Unión de San Carles, se sorprendió de la «gran variedad de recetas diferentes este año, muy elaboradas así como la presentación». Y es que, una de las ventajas del calamar, además de su gran sabor y abundancia todo el año, es su versatilidad a la hora de cocinarlo ya que puede presentarse hervido, frito o combinado con cualquier tipo de alimento, de ahí que resulte tan atractivo el evento al poderse experimentar esa gran variedad de alternativas en un mismo producto.

Juan Carlos recordó también que la feria tiene un formato de concurso en el que «se valora la presentación y el gusto de la receta por seis miembros del jurado compuesto por el alcalde, Vicent Marí, y representante regidor del pueblo, dos representantes de las cofradías, un cocinero profesional y otro miembro de la asociación». Asimismo, «la identidad de los miembros no se hace pública a las collas y los tres ganadores ganan unos delantales como recuerdo de la feria», un premio simbólico ya que lo importante es poder participar.

Finalmente, el veredicto del jurado otorgó el tercer puesto a ‘Terra seca’, calamar con sobrasada y huevo; en segundo lugar ‘Puchipanda’ tartaleta de calamar con cebolla y morcilla, y el primer premio lo obtuvo la receta ‘Tigre Payés’, mejillón con calamar rebozado sobre cascara de mejillón.