El Ayuntamiento de Sant Antoni ya propuso recientemente que los conductores vayan uniformados. | Arguiñe Escandón

Las asociaciones mayoritarias de taxistas de la isla y el Consell d’Eivissa han acordado adoptar de cara a la próxima temporada un código de buenas prácticas para el sector que incluye la utilización de un uniforme para los chóferes.

La consellera de Mobilitat, Pepa Marí, admitió que se trata de una medida que «puede ser controvertida» pero que, en su opinión y en la de los representantes del colectivo, «ayudará a mejorar la imagen» y «servirá de reconocimiento frente al intrusismo».

La propuesta de usar uniforme está avanzada ya que el departamento de Industria que dirige la vicepresidenta Marta Díaz está redactando las bases de un concurso de ideas para que los diseñadores de la isla interesados propongan un modelo de uniforme para los taxistas de Ibiza. «No tiene por qué ser de lino ni blanco, pero mejor que ir a la tienda de al lado a por una camisa y un pantalón estándar, ya que tenemos un sector de moda muy activo e importante, y con visión, sería bonito impulsar que los taxistas de Ibiza tuvieran un uniforme con características de la moda ibicenca», subrayó Pepa Marí, quien precisó que la propuesta ha surgido de los propios taxistas, aunque cuenta con el total apoyo del Consell d’Eivissa.

Marí ha mantenido dos encuentros con las asociaciones de taxistas y con los responsables municipales de movilidad para estudiar la forma de aplicación de ésta y otras medidas que se incluirían en el código de buenas prácticas para el sector. «Algunas cosas se pueden imponer de manera municipal y otras que sean los mismos taxistas quienes impulsen que se cumplan», subrayó la consellera, en referencia a una serie de requisitos que ya han abordado ayuntamientos como el de Sant Antoni, como son dominar el inglés y el catalán.

«Si son requisitos impuestos nos podrían faltar conductores», puntualizó Marí. Por este motivo, la propuesta más razonable es que el colectivo de taxistas, con la ayuda de las administraciones, pongan a disposición de los trabajadores una serie de cursos que les ayudarán a sumar puntos de cara a contrataciones o incluso a la obtención de licencias. La idea es ofrecer cursos de idiomas, de conducción, de atención al cliente y de información general sobre la isla. «Que sea de obligado cumplimiento para un sector que puede ocupar a más de 1.500 personas es complicado», reconoció la consellera ibicenca.

Licencias

En paralelo, la máxima institución insular espera los resultados de los informes que ha encargado realizar a los ayuntamientos de la isla sobre la evolución y el funcionamiento del servicio del taxi esta temporada. En base a este balance, que Pepa Marí espera tener «el mes que viene», los diferentes actores se sentarán a analizar «cuál es la mejor propuesta, si es incrementar el número de licencias fijas o ver cómo enfocamos el tema de las estacionales», argumenta Marí.

LA NOTA

Los ayuntamientos analizan las zonas para el taxi a demanda

También se ha abordado en una reunión con taxistas el servicio de taxi a demanda, y desde el Consell se ha pedido a los ayuntamientos que analicen las zonas donde sería necesario implementar este proyecto, que servirá para conectar las viviendas y urbanizaciones diseminadas con los núcleos urbanos más próximos o líneas principales de autobús. «Nos corre prisa y hemos dado dos semanas a los ayuntamientos para que nos contesten a las propuestas que hemos hecho», indicó Marí al respecto.