Los casi 300 alumnos del CEIP Sant Carles celebraron ayer un año más las fiestas del pueblo con un día de anticipación, porque si es el día grande del pueblo también lo es del cole. Para ello disfrutaron de una jornada inolvidable con juegos tradicionales, chocolatada y cuenta cuentos en la entrañable plaza del pueblo, acompañados por padres y vecinos.

Patricia Herranz, maestra de educación infantil y coordinadora de educación infantil, comentó a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA que lo que suelen hacer normalmente el día antes del día grande del pueblo «es organizar una jornada festiva con juegos tradicionales preparados por los maestros en una suerte de gymkana; cada año va cambiando alguno de los juegos de acuerdo con las necesidades y la cantidad de niños». Este año no han faltado el de las sillas, el de la cuerda, el de los aros, carreras de sacos y el de la cuna que sorprendió a más de un niño de la era digital que era la primera vez en su vida que lo veía.

Por su parte, María, de 4ºA, no dudó en comentar alegremente que «estamos celebrando el día de San Carlos y todo el cole ha venido a celebrarlo con juegos: el de los sacos, coger el pañuelo, uno de saltar, otro de hacer nudos y otro de bailar».

Además, Herranz recordó que «en la escuela trabajan «muchos aspectos del pueblo como pueden ser sus casas, las fuentes, los animales...», de estos trabajos ha surgido una exposición que estará abierta al público durante la mañana del día 17 de noviembre, que es cuando los niños explicarán sus obras».

Una de las grandes sorpresas de la mañana fue el detalle que todos los alumnos del cole prepararon con la ayuda y dedicación de la maestra de Educación Física y la de Música, Irene y Cristina y que los alumnos interpretaron a la perfección en la plaza del pueblo. Ambas profes comentaron que «a partir de una canción de baile pagès que se llama ‘Sa Llarga’ hemos hecho una pequeña coreografía con ritmos y lo presentamos aquí por San Carlos. Lo positivo es que lo hemos hecho todo el cole, los más pequeños acompañaban con instrumentos de percusión, los de 4 ó 5 años haciendo ritmos con el cuerpo y los demás con una coreografía con pasos y ritmos».

A continuación los niños se dedicaron a disfrutar de los 12 kilos de chocolate que Miguel Portillo, cocinero del Restaurante Peralta, preparó con cariño y dedicación para «los niños del pueblo» como antesala a unos cuenta cuentos realmente especiales a cargo de Encarna de las Heras que comenzaron poco antes de las 12.30 horas y que los pequeños no dudaron en acompañar respondiendo alegremente a sus requerimiento.