Ruth Cotaina acompañando como doula a una mujer embarazada.

Ruth Cotaina comenzó su camino como doula a raíz de su propia maternidad. Al reconocer la propia transformación de la que fue protagonista en ese momento de su vida se dedicó a investigar y formarse en esta particular profesión con el objetivo de «acompañar a la mujer» no sólo durante el parto sino antes y después del mismo. Ruth ha hablado con PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA para contar en qué consiste su profesión realmente.

—¿Notabas la maternidad y los partos muy idealizados?

—Sí, se habla poco de los partos y muy idealizado. Por ejemplo, me di cuenta de que los partos eran muy medicalizados, que había mucha intervención... comencé a investigar cómo era en otros lugares y descubrí que en algunos sitios no hacía falta tanta intervención. Que haya hospitales está muy bien pero me di cuenta que muchísimas mujeres, como yo misma en mi primer parto, llegan al parto sin saber qué hacer y con la actitud de «dime lo que tengo que hacer para parir».

—¿A pesar de toda la información que hay hoy en día nos falta información a la hora de parir?

—Sí, hay un exceso de información y tampoco sabes muy bien cuál es la correcta y con cuál quedarte. La mujer suele llegar al parto muy poco empoderada y confía plenamente en el personal médico, que eso está muy bien, pero regalas tu parto con el «que me saquen al bebé». El parto significa otra cosa. Es un importantísimo momento en nuestras vidas y único, no hay dos iguales, ese momento nunca volverá. A partir de ahí comenzó mi camino... era profesora de yoga y comencé a especializarme en yoga para embarazadas, me gustó mucho y empecé a formarme para ser doula, aunque no hay una formación oficial.

—¿Qué es una doula?

—Las doulas son mujeres informadas, con una información que siempre intentamos que sea lo más objetiva y actualizada posible, con los últimos estudios disponibles. Tuve la suerte de poder aprovechar una formación que se hacía en Madrid con Michel Odent (quien introdujo en los años 70 el concepto de entorno «como en casa» y piscinas de parto en el ambiente hospitalario, creador de Primal Health Research y autor de 12 libros) y Liliana Lammers, experimentada doula. Esa formación fue muy bonita y muy reveladora.

—¿Cuál es la tarea de una doula?

—Hay mucha desinformación con respecto a las doulas y mucha controversia por desconocimiento, porque en realidad si sabes lo que es no puedes estar en contra... Una doula es una acompañante emocional de la mujer que está de parto, la acompaña desde el embarazo, incluso algunas solicitan ese apoyo antes de quedarse embarazadas o en procesos de fertilidad. Desde que la mujer así lo desee le aportamos ese acompañamiento emocional e informativo tanto antes, durante y después del parto, en el postparto. Es una figura maternal experimentada, informada, que no juzga, que te apoya en tus decisiones y que te empodera. Te ayuda a que tú misma encuentres tus propias herramientas para poder decidir. Una doula no impone su criterio, te hace buscar en ti misma qué es lo que quieres.

—Y en un sitio como Ibiza que hay tantas mujeres sin su madre o sus tías que le cuenten su experiencia...

—A pesar de que vivimos en un mundo tan conectado y con tanta información, a veces te puedes sentir muy sola porque no sabes muy bien hacia dónde tirar. Siempre les digo a las mujeres que acompaño que se fíen de su intuición y que se queden con la información que realmente resuena dentro de ti. Por ejemplo, como doula post parto ayudamos a que se reconozcan las necesidades reales del bebé porque es verdad que las generaciones anteriores estaban aconsejadas en la separación... «no cojas al bebé en brazos que se malcría» y las necesidades reales del bebé quedaban en un segundo plano. En ningún caso somos sustitutas de las matronas, hacemos trabajos diferentes. Es una profesión muy antigua, aunque ahora nos suene a nuevo.

—¿Una embarazada te llama cuando te necesita o cómo es vuestra relación?

—Me llama cuando ella considera que le gustaría un acompañamiento. Hacemos una primera cita para conocernos porque es importante que haya feeling, una conexión entre las dos mujeres y sino siempre se puede probar con otra doula... veo qué espera esa mujer, qué necesita, qué es lo que realmente quiere y durante el embarazo se tienen 3 o 4 entrevistas para, por ejemplo, preparar un plan de parto juntas. Es un documento oficial donde expones lo que no quieres que suceda durante el parto y cuáles son tus preferencias que lo entregas en el hospital, aproximadamente, un mes antes de la fecha de parto en el registro de entrada de Can Misses, aunque hay que tener en cuenta que cada parto es un mundo. El día del parto, la embarazada lleva una copia y la matrona normalmente debería respetar en la medida de lo posible lo que se pide. Está claro que ante una urgencia no va a prevalecer el plan de parto. También tengo una formación jurídica en derechos la mujer durante el parto y la hospitalización del bebé y de la madre, entonces informo a las mujeres cuáles son sus derechos.

—¿Las acompañas en el parto?

—Siempre que se pueda y me lo pidan sí. Si es parto en casa siempre tiene que haber una matrona experimentada, yo no atiendo el parto en casa, solo acompaño. Las matronas generalmente no atienden partos en casa si no se encuentra a menos de media hora de un hospital y aquí en Ibiza incluso menos. El centro tiene que estar cerca para que en cuanto se detecta que hay algún problema poder llegar a tiempo.

—¿Por qué hay partos en casa actualmente?

—En casa el ambiente de intimidad es perfecto, las necesidades de la mujer de parto se han tenido muy poco en cuenta. Necesita un ambiente tranquilo, íntimo, no sentirse excesivamente observada, quiere estar relajada. Por ejemplo, una mujer con pánico a los hospitales... ese miedo cortará la oxitocina y su parto se paraliza y no avanza. La mujer debería poder parir donde se sienta más tranquila, más relajada, más segura y más cómoda para que el parto se desarrolle mejor. De hecho, los partos que se suelen complicar más, no en todos los casos, son los que están excesivamente medicalizados e intervenidos.

—¿Cómo te sientes de tener una profesión tan atípica?

—Muy afortunada, estoy haciendo lo que más me gusta y estoy feliz por ello, me llena por completo. No me importa estar 24 horas pendiente del teléfono para atender a una mujer que lo pueda necesitar. Antes la maternidad se llevaba en tribu y hoy en día nos encontramos muy solas. Tenemos que convertirnos en superheroínas y supermamás y no nos permitimos hacerlo de otra manera. Mi objetivo es que la mujer confíe en sus propios recursos, en su propio cuerpo, en que es capaz de parir. El parto es algo natural. Es verdad que por determinadas circunstancias algunos partos necesitan intervención, pero la mayoría no la necesitan. Somos perfectamente capaces de parir a nuestro propio bebé y hay muchísimos mitos alrededor de los partos que intento ayudarles a deshacer para que lleguen al momento del parto más seguras y más confiadas para que cada una haga su parto propio y lo puedan vivir como el evento transformador que es.