Las murallas renacentistas de Dalt Vila están ya listas para recuperar su mejor cara. Un operario encaramado en una grúa situada en el pasaje de Simó Poulet empieza estos días a realizar los trabajos previos del plan de conservación de las murallas que comenzaran de manera inminente.

Las obras durarán dos años y cuentan con un presupuesto de 1,2 millones de euros gracias al convenio que en octubre del año pasado firmaron el Ayuntamiento de Eivissa y la Fundació Turística i Cultural de les Illes Balears (Fundatur), que aportó un total de 800.000 euros, para llevar a cabo este proyecto.

Los trabajos, adjudicados a la UTE Muralla Ibiza, formada por las empresas Tecnología de la Construcción y Obras Públicas S.A., Hermanos Parrot S.A. y Alebus Patrimonio Histórico S.L., se centrarán en la eliminación de la vegetación, la limpieza de pintadas y daños ocasionados en la muralla, la consolidación de muros y parapetos o la restitución de elementos como morteros o piedra en los puntos donde faltan.

Asimismo, estas obras de conservación tienen previsto hacer una limpieza de hongos surgidos en las partes más húmedas de la muralla donde no pega el sol, así como de otro tipo de suciedad como la creada por la caída de agua o la cristalización de sales, la reparación de fisuras y el mantenimiento de elementos museográficos, señales o barandillas.

Aunque las murallas son actualmente unas de las mejores conservadas del Mediterráneo, este monumento, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1999, presenta patologías propias de una construcción llevada a cabo en el año 1555.

Las murallas de Dalt Vila han sido sometidas a diferentes intervenciones de limpieza pero es la primera vez que se realiza una actuación integral que contempla la solución de los principales problemas para su conservación.