«Estaba atendiendo a una clienta cuando dos jóvenes encapuchados irrumpieron en la tienda armados con pistolas y encañonándonos. Uno de ellos me sujetó por el hombro y dijo que no nos iban a hacer nada, pero nos quedamos aterrorizadas. Había un tercer chico vigilando en la puerta. Fue muy rápido. Abrieron la caja, cogieron el dinero y se marcharon». Así relataba ayer la propietaria de una boutique de la calle Bisbe Abad y Lasierra el asalto sufrido la noche del miércoles, minutos antes de echar el cierre a la tienda.

Los hechos ocurrieron en torno a las 20.45 horas. Ayer por la mañana, a Esther todavía le costaba digerir los momentos de miedo y tensión vividos. «La mayoría de comercios cierran a las 20.30 horas, pero nosotros solemos tener abierto un poco más. Creo que los asaltantes conocían este hecho», apuntó la última víctima de un robo en esta céntrica y transitada calle de Vila.

Tras dar la voz de alarma, varias patrullas de la Policía Nacional se dirigieron hasta el establecimiento y recababan las primeras pruebas. Los agentes tomaron huellas de la puerta de la boutique y revisaban las imágenes captadas por las cámaras de seguridad.

Cazados por las cámaras

Ayer por la mañana, agentes de la policía científica regresaron al escenario del robo y las pesquisas también les llevó a otros establecimientos cercanos provistos de cámaras de seguridad. Uno de ellos, otra tienda de moda ubicada a escasos 30 metros y que ha sufrido dos robos con fuerza en las últimas semanas. Valeria Arias explicó que en cuestión de semanas han sufrido dos golpes. En ambos casos reventaron una de las puertas de entrada y se llevaron las cajas registradoras. «Además del dinero, está el daño que causan. Nosotros tuvimos que poner una puerta nueva dada la situación». En la misma calle y a medio camino entre estas dos tiendas se encuentra otra boutique asaltada. «Fue la madrugada del pasado domingo, en torno a las 1.30 horas. Rompieron una de las puertas de cristal y arrancaron la caja registradora. No se llevó más porque saltó la alarma», indicó Consuelo, quien manifestó la sensación de inseguridad y el «grave repunte» de robos que están sufriendo una vez acabada la temporada de verano.

El modus operandi es diferente al resto de golpes perpetrados en la calle y ha generado más alarma. Hasta ahora los robos se habían realizado con los establecimientos cerrados, reventando una puerta o escaparate. La noche del miércoles los ladrones fueron más allá al perpetrar un robo con amenazas y pistola en mano.

LA CIFRA

Cuatro Robos. Los vecinos de la calle Bisbe Abad y Lasierra expresaron ayer su intranquilidad ya que en cuestión de semanas han sido el escenario de cuatro golpes.